Policías kenianos fueron encausados por "crímenes contra la humanidad", por unos actos violentos ocurridos tras las elecciones de 2017, incluido el asesinato de un bebé, anunció la Fiscalía este viernes, denunciando ataques "sistemáticos contra la población civil".
"Las investigaciones revelan que oficiales de policía podrían ser responsables del asesinato" de un bebé y "de otras graves violaciones de los derechos humanos", según un comunicado de la oficina del fiscal, que no precisó ni la identidad ni la cantidad de personas implicadas.
Según esta oficina, se trata de "los primeros casos de crímenes contra la humanidad imputados en virtud del derecho nacional keniano".
El nuevo Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, se congratuló el viernes de la decisión de las autoridades judiciales kenianas, que según él constituye un "paso importante hacia la responsabilidad por las violaciones flagrantes de los derechos humanos en Kenia" tras las violencias poselectorales de 2017.
La comisión nacional keniana de derechos humanos había documentado 94 muertos, 201 casos de violencia sexual y más de 300 heridos atribuidos esencialmente a las fuerzas de seguridad.
Una bebé de seis meses, Samantha Pendo, fue golpeada por la policía y murió tras una operación en Kisumu, en el oeste del país.
En 2017, el presidente saliente Uhuru Kenyatta había sido declarado vencedor de la elección, pero su principal opositor, Raila Odinga, alegó fraudes y cuestionó los resultados.
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