
Sacramento, California .— Dispuesta a mejorar su desempeño irregular en la conservación del agua, la acaudalada comunidad costera de Newport Beach se encuentra entre las ciudades dispuestas a reprimir a los derrochadores en reacción al empeoramiento de la sequía en California.
Las ciudades enfrentan presiones crecientes para reducir el uso del agua después que el gobernador Jerry Brown ordenó la semana pasada una reducción obligatoria del 25% del uso urbano del agua en relación con los niveles de 2013.
La Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos comenzará a debatir el martes cómo aplicar la reducción obligatoria, que probablemente incluirá topes para las ciudades en base al agua que usan sus residentes. La junta también emitirá un informe sobre uso del agua para febrero, después del mes de enero más seco de que se tiene registro.
Brown exhortó a los residentes a reducir voluntariamente el uso del agua en 20% cuando declaró una emergencia por sequía en enero del 2014. Los californianos solo lograron ese objetivo una vez, en diciembre, lo que provocó una acción más enérgica del gobernador.
La conservación estatal de agua ha rondado en un 10% aunque algunas comunidades excedieron el 30%. Algunos sitios como Newport Beach, que apenas redujo el 5,5% entre julio y enero, enfrentan multas si no toman medidas de conservación.
Después de meses de "educar" a los resientes sobre los días en que pueden regar sus jardines y cuánta agua usar, las autoridades de esa comunidad buscan nueva autoridad para imponer multas y han enviado centenares de advertencias.
La junta ha permitido flexibilidad a los departamentos hídricos locales para trazar sus propias medidas de conservación pero a la vez ha establecido algunas regulaciones a nivel estatal, como la prohibición de riego durante 48 horas después de una lluvia y prohíbe a los restaurantes servir agua a menos que los clientes la pidan.
Newport Beach ya está limitando el consumo residencial del agua al promedio de los tres años anteriores a la emergencia por sequía. Los consumidores han recibido advertencias escritas durante años si superan el uso promedio, pero a partir de esta semana empezarán a recibir multas si se exceden de nivel.