Costa Rica vive una paradoja: aspira a aumentar el número de profesionales en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), pero arrastra un sistema educativo con cimientos débiles que amenazan con frustrar ese objetivo.
Los resultados lo evidencian: el puntaje promedio de los estudiantes costarricenses en matemáticas pasó de 409 en 2009 a 385 en la más reciente evaluación internacional del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés).
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A ese retroceso se suman las brechas en comprensión lectora y ciencias, que mantienen al país por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Asimismo, el Décimo Informe Estado de la Educación 2025 advierte sobre la “pobreza de las evaluaciones” nacionales. Pese al bajo nivel de dificultad, solo el 61,5% de los estudiantes evaluados en 2023 logró superar la prueba de matemáticas.
“El país gradúa estudiantes en secundaria que apenas muestran niveles de comprensión lectora y razonamiento matemático propios de tercer o cuarto grado de escuela”, advierte el informe.
De acuerdo con datos de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), las carreras más demandadas entre las empresas que llegan al país están vinculadas con áreas STEM. Ingeniería, contabilidad, química y biología son algunas de las disciplinas más requeridas.
El complicado panorama al que se enfrenta la innovación del país no es nuevo para las autoridades nacionales. Cuando se trazó la Hoja de Ruta para el Fortalecimiento del ecosistema de Semiconductores en 2024, el ministro de Comercio Exterior (Comex), Manuel Tovar, manifestó que “debemos fortalecer el área profesional STEM, bilingüismo, atracción de talento, investigación y desarrollo”.

Conocimientos deficientes
El “apagón educativo” ocasionado por la huelga de educadores en 2018 durante 89 días, y posteriormente la pandemia, ocasionaron el rezago educativo tras la ausencia de las aulas.
Los recién graduados de secundaria llegan a las clases universitarias con carencia de conocimientos básicos necesarios para formarse en el área de interés profesional.
Una muestra de lo anterior se dio en la aplicación del examen de diagnóstico en matemática (DIMA) de la Universidad de Costa Rica (UCR) a 2.595 personas admitidas en 2025 en alguna carrera que incluye contenidos de matemática. El 50% obtuvo una nota inferior a 2,5 -de una escala de diez- en temas de factorización y otras transformaciones algebraicas.
El sistema educativo aún no se recupera y así lo muestran las pruebas PISA, incluso en áreas distintas a las matemáticas. Costa Rica pasó de un puntaje promedio en ciencias de 430 en 2009 a 411 en 2022; en contraste, el puntaje promedio de la OCDE en 2022 fue de 506 en esa misma materia.
Comprender indicaciones escritas también es otra debilidad de los estudiantes costarricenses. “Las debilidades en comprensión lectora tienen una relación directa con los resultados de matemáticas y también afectan las habilidades digitales de los estudiantes”, aseguró Isabel Román, coordinadora del Estado de la Educación.
Los resultados negativos persisten pese a la Estrategia Nacional de Educación STEAM, que el Ministerio de Educación Pública (MEP) impulsa desde 2022. El rezago en conocimientos arrastrados desde la primaria todavía se traslada a las aulas universitarias, justo cuando sectores estratégicos como los semiconductores y los dispositivos médicos requieren profesionales con bases sólidas.
Demanda del mercado laboral
Costa Rica encontró en la industria de dispositivos médicos la fórmula para impulsar las exportaciones y generar fuentes de empleo. Ahora quiere replicar ese éxito en la industria de chips; en los dos sectores los profesionales de las carreras STEM son pieza clave.
Las empresas que brindan servicios en esas áreas se caracterizan por requerir talento bilingüe y con especialización en ingeniería, tecnología o ciencias. Andrea Centeno, directora de Comunicación y Mercadeo en Cinde, indicó que todas las empresas de los sectores estratégicos demandan perfiles STEM dentro de sus operaciones.
Ingeniería en computación, Gestión empresarial y contabilidad lideran el listado de las carreras más demandadas en el sector servicios, según datos de Cinde. Ingeniería Industrial, por otra parte, es la carrera más demandada en el sector manufacturero y en el de ciencias de la vida.
Las ingenierías también se convierten en protagonistas en la industria de semiconductores. En Teradyne Costa Rica, empresa de origen estadounidense que se desarrolla en el sector de semiconductores, el 22% de su planilla corresponde a ingenieros electrónicos, un 18% a ingenierías en software y otro 18% a ingenieros industriales.
Quienes se desarrollan en áreas STEM pueden aspirar a los salarios promedio más altos, seguido de los profesionales en ciencias económicas, según el Estado de la Educación.
“La fuerza laboral altamente calificada que se ubica en puestos gerenciales, puestos científicos o tecnológicos, el ingreso de estas personas es el triple de las personas con calificación laboral baja que están en puestos elementales y es el doble de aquellos que tienen posiciones intermedias”, indicó Marco Hidalgo, investigador del informe.
Además, los profesionales dispuestos a cambiar de ciudad o cantón por razones laborales obtienen mejores salarios que aquellos que prefieren permanecer en su lugar de residencia tras graduarse.
Leda Muñoz, catedrática de la UCR, recordó que las grandes transnacionales llegaron a Costa Rica porque encontraron personal con nivel educativo suficiente. No obstante, advirtió: “Actualmente les estamos dando menos y eventualmente se van a ir si no encuentran lo que necesitan”.

Iniciativas para no perder atractivo
A los vacíos en ciencias y matemáticas se suma la escasez de jóvenes bilingües. La Escuela de Lenguas Modernas de la UCR aplicó en 2024 el primer Examen de Diagnóstico de Inglés (EDI) a estudiantes de primer ingreso. Los resultados fueron claros: el 51% se ubicó en niveles básicos de dominio del idioma (Pre A1, A1 y A2), el 35% alcanzó B1 y solo el 7,6% llegó a B2.
Por eso no sorprende que el bilingüismo sea parte de la oferta curricular del Centro de Excelencia, encargado de capacitar al talento del sector tecnológico mediante programas presenciales y virtuales.
La Promotora Costarricense de Innovación e Investigación también trabaja en contrarrestar el impacto de la crisis educativa a través de becas completas en carreras técnicas STEM.
Mientras tanto, la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), incentiva a las empresas del Régimen de Zona Franca y del Régimen Definitivo para que, de la mano con la promotora, cofinancien la capacitación técnica de su personal actual, y de potenciales empleados, cubriendo hasta un 90% del costo total de la formación.
“A través del modelo Pago por Resultados (PxR), Procomer ha introducido una nueva forma de contratación que remunera a los centros de formación con base en la calidad de la capacitación impartida y la vinculación con el empleo. Todas estas acciones se enmarcan en nuestra participación en la Estrategia Nacional de Empleabilidad y Talento Humano 2023–2027”, explicó Laura López, gerente de Procomer.
Los puntajes en pruebas internacionales, los vacíos en matemáticas básicas y la falta de bilingüismo evidencian la desconexión entre lo que ofrece el sistema educativo y lo que exige el mercado laboral.