En un universo de 1,5 millones de salarios reportados en el mercado formal costarricense, unos pocos reportan más de ¢10 millones al mes.
La fotografía más reciente de las planillas de octubre de 2025 confirma que los salarios así de altos son un fenómeno extremadamente concentrado y estadísticamente casi invisible frente al resto del mercado laboral.
El análisis realizado por El Financiero (consulte aquí la nota completa está aquí) indica que existen 1.421 registros que alcanzan o superan los ¢10 millones mensuales.
El club exclusivo de los ¢10 millones
Los datos del Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) muestran que los salarios por encima de ¢10 millones no solo son excepcionales en cantidad, sino que también se concentran en rangos muy específicos. La distribución detallada es la siguiente:
- ¢10-20 millones: 1.243 salarios (0,0816% del total)
- ¢20-30 millones: 111 salarios (0,0073%)
- ¢30-40 millones: 35 salarios (0,0023%)
- ¢40-50 millones: 18 salarios (0,0012%)
- ¢50-60 millones: 3 salarios (0,0002%)
- ¢60-70 millones: 4 salarios (0,0003%)
- ¢70-80 millones: 3 salarios (0,0002%)
- ¢80-90 millones: 4 salarios (0,0003%)
El salario máximo registrado asciende a ¢89 millones mensuales.
Esta estructura cuantitativa demuestra que la gran mayoría de los salarios ultra-altos se concentra inmediatamente por encima de los ¢10 millones, mientras que los registros superiores a ¢20 millones son literalmente contados en decenas.
Para dimensionar el peso de esta élite salarial, es necesario ubicarla dentro de la estructura general de ingresos en Costa Rica.
La mediana salarial nacional es de ¢539.536 mensuales, mientras el promedio se sitúa en ¢837.067. Esta brecha del 35,5% entre promedio y mediana es el indicador más claro de la distorsión que generan los sueldos extremos.
Como explican los investigadores Jesús Martínez y Ricardo Monge, la mediana es el indicador más adecuado para representar los ingresos del “trabajador típico”, porque “no se ve afectada por valores extremos, como ocurre con los promedios”.
La pirámide salarial revela una base enormemente mayoritaria de ingresos bajos:
- Un 45,86% de los salarios se ubica por debajo de ¢500.000 mensuales.
- Un 30,28% se mueve entre ¢500.000 y ¢1 millón.
- Solo un 23,85% supera ¢1 millón.
En este contexto, los 1.421 salarios de más de ¢10 millones representan una fracción tan pequeña que tres de cada cuatro trabajadores formales ganan menos de ¢1 millón mensual.
Salarios vs. personas: el matiz estadístico
Una aclaración metodológica es crucial: el Sicere registra salarios, no individuos, y lo hace de forma anonimizada. Esto significa que los 1.421 registros no equivalen necesariamente a 1.421 personas distintas.
El documento original lo especifica claramente: “La información salarial de este reportaje, además, se refiere exclusivamente a salarios y no a las personas, porque un mismo trabajador puede recibir varias remuneraciones”.
En total, se identificaron 45.621 casos de personas con más de un registro salarial, con un promedio de 2,08 salarios por individuo. Por lo tanto, el número real de personas que perciben más de ¢10 millones podría ser inferior a 1.421, aunque el diseño de la base de datos impide determinarlo con exactitud.
Lo que se mide y lo que queda fuera
Esta radiografía cubre únicamente el empleo formal asalariado. El Sicere no registra trabajadores independientes ni informales, que representan un 38,3% de las 2,2 millones de personas ocupadas en Costa Rica, según la Encuesta Continua de Empleo del INEC.
Además, cerca de un 6,5% de los trabajadores formales opera de manera independiente, sin salario fijo. Esto implica que la cúspide de los ¢10 millones mensuales retrata solo una parte del universo de ingresos elevados, excluyendo ganancias empresariales, profesionales o patrimoniales no declaradas como salarios.
