El trabajo formal en Costa Rica está muy concentrado territorialmente. Los 25 distritos que disponen de la mayor cantidad de estos empleos se sitúan todos dentro del anillo central de la Gran Área Metropolitana (GAM) y acumulan hasta un 60,8% de su disponibilidad total en el país. Esto significa que apenas hay un 39,2% de puestos formales para más de 450 distritos restantes.
La situación es más grosera todavía cuando se contrastan los salarios disponibles con la población en edad de trabajar de cada sitio.
Tomemos de ejemplo los distritos con más salarios del país. Ambos están en San José: Hospital registra 738 y Catedral 1.080 puestos de trabajo formales por cada 100 personas que viven ahí. Mientras, existen otros distritos en zonas alejadas, como Candelarita de Puriscal, Delicias de Upala, Huacas de Hojancha, Chira de Puntarenas o Diriá de Santa Cruz, donde el conteo ni siquiera llega a un puesto de trabajo por cada 100 personas que habitan el lugar.
EF accedió a los registros salariales de todo Costa Rica en octubre de 2025 y los procesó de forma anonimizada. A partir de ese análisis, pudo determinar cómo se distribuyen las opciones de trabajo formales a lo largo del territorio costarricense: dónde “sobran” y dónde “faltan”.
Le contamos los principales hallazgos y se los mostramos en un mapa interactivo.
¿Dónde sobra?, ¿dónde falta?
Para realizar este análisis, EF tomó la cantidad total de salarios pagados por cada distrito del país. Dicha información fue solicitada al Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) y contenía algunos registros incompletos, sin embargo, fueron una minoría poco significativa.
Además de esa información, se utilizaron las estimaciones de población publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para el período 2011-2025, con el fin de determinar cuántos salarios había en cada territorio analizado por cada 100 personas de entre 15 y 64 años.
Los resultados permitieron determinar en cuáles lugares “sobran” y en cuáles “faltan” empleos formales; es decir, en dónde había más de 100 trabajos para cada 100 personas en edad laboral y en cuáles la cifra se quedaba muy por debajo de ello.
¿Dónde sobran?
A partir de esa metodología, EF determinó la existencia de 28 distritos en los que hay más de 100 salarios pagados por cada 100 personas en edad de trabajar.
La gran mayoría de esos territorios se ubicaron en cantones de la Gran Área Metropolitana (GAM), como San José, Santa Ana, Belén, Montes de Oca, Alajuela, Goicoechea, Santo Domingo, Heredia, Flores y Curridabat. Fuera de la GAM solo destacaron los distritos de Palmares, Santa Cruz y Nacascolo.
Los casos en los que se registraron mayores tasas de disponibilidad laboral fueron en el cantón central de la capital; específicamente, en los distritos de Carmen (1.302 por cada 100), Catedral (1.080), Hospital (738) y Mata Redonda (700). El quinto cantón con un mejor indicador fue Pozos (383), en Santa Ana; aunque con un registro sustancialmente menor.
Estas cifras dejan en evidencia un fenómeno del que comúnmente se habla en investigaciones científicas y periodísticas: la movilidad laboral que altera el ingreso al centro del país y la existencia de regiones que sirven como “dormitorios” en sus cercanías.
| ¿Cuáles son los 25 distritos que acumulan el 60% de los puestos formales? |
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| San José: Hospital, Catedral, Mata Redonda, Uruca, Pavas, Zapote, Carmen, Merced y San Sebastián; Montes de Oca: San Pedro; Heredia: Ulloa, Heredia, San Francisco; Alajuela: Alajuela, San José, Garita; Curridabat: Curridabat; Belén: La Ribera, La Asunción y San Antonio; Goicoechea: Calle Blancos; Escazú: Escazú; Cartago: San Nicolás. |
| En una decena de estos cantones hay uno o varios parques de zona franca. |
¿Dónde faltan?
Por otra parte, se detectaron más de 430 distritos donde el número de empleos formales ni siquiera llega a uno por cada dos personas en edad de trabajar y hasta 253 en los que la proporción ni siquiera alcanza a uno por cada 10.
En esos grupos hay distritos pertenecientes y no pertenecientes a la GAM, lo cual evidencia que no solo existen desigualdades entre el centro del país y la periferia, sino también entre los mismos cantones del anillo metropolitano.
Si se analizan los datos en un mapa de calor, se puede ver que apenas hay algunos distritos de la periferia nacional que logran teñirse con mayor intensidad. Se trata de los centros de las provincias costeras, puntos en regiones de gran importancia comercial como la Zona Norte o la Zona Sur, y en algunos espacios de interés turístico.
El detalle de cada distrito lo puede revisar en el siguiente mapa interactivo:
La mayor disponibilidad de puestos de trabajo usualmente se relaciona con mejores condiciones, pues es previsible que exista una mayor competencia por el talento humano entre los patronos.
Un pequeño ejercicio realizado por EF permitió determinar un coeficiente de correlación de 0,62 entre las medianas salariales de los cantones costarricenses y su cantidad de empleos formales; así como de 0,58 al usar los promedios en lugar de las medianas. Ambos son niveles de coincidencia que se pueden considerar moderados.
Como para este análisis se utilizaron los registros salariales del Sicere, las cifras que se indican son definitivas y no estimaciones, a diferencia de las encuestas de centros oficiales.

Desarrollo a medias
Ricardo Monge, presidente de la Academia de Centroamérica, y Natalia Morales, coordinadora del Programa Estado de la Nación (PEN), coincidieron en que Costa Rica ha dejado de implementar políticas para un crecimiento y un desarrollo económico uniformes a nivel nacional, y que eso se refleja en toda la estructura salarial del país.
Puntualmente, señalaron que el país carece de políticas realmente fuertes para elevar la productividad en sectores como la agricultura, la agroindustria y otras manufacturas locales, las cuales se quedaron rezagadas en las últimas décadas frente al éxito del sector exportador y a la atracción de inversión extranjera.
“El país apostó por un modelo exportador y de atracción de inversión desde hace 30 o 40 años, y eso lo hemos hecho muy bien; pero descuidamos la economía interna, el fomento productivo, el sector agropecuario, las pymes”, resumió Morales.
“Este país comenzó una transformación productiva muy exitosa a partir de los años 1980, pero lamentablemente, por la falta de política de desarrollo productivo, se terminaron creando dos Costa Ricas”, puntualizó Monge.
Ese descuido, indicaron los especialistas, nunca contempló que todas esas actividades desatendidas seguían siendo la fuente de trabajo de cientos de miles de personas.
Según los economistas, los datos laborales no deben leerse de forma aislada. Por el contrario, los consideran solo otra pieza en todo un problema social de desatenciones estructurales que no se pueden entender —y mucho menos solucionar— por separado. Los rezagos son similares en campos como la educación, el acceso a la tecnología y la calidad de los servicios públicos, entre muchos otros campos.
“Aquí el lema debería ser ‘no dejar a nadie por fuera del progreso’, pero eso no es lo que está pasando”, lamentó Monge, quien subrayó la necesidad de entender que “incluso dentro de la misma GAM tenemos diferencias muy importantes” y “deberían ser atendidas apropiadamente”.
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Esta nota es parte de una serie de publicaciones sobre salarios formales en Costa Rica en 2025. Puede encontrar todos los artículos en la siguiente dirección: Especial Salarios 2025.
