El 2020 inició con una carrera bélica entre Estados Unidos e Irán, actores que volvieron a tensar sus relaciones en el 2018 tras el desmembramiento del acuerdo nuclear, y que ahora miden fuerzas por la hegemonía en Oriente Medio, una región cada vez más volátil y desequilibrada.
Este nuevo capítulo de violencia, al parecer, no impactará los precios de los hidrocarburos en Costa Rica, según Luis Carlos Solera, jefe de estudios económicos y financieros de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope); debido a que los ataques, de momento, solo han destruido infraestructura militar y no de tipo petrolero.
Sin embargo, días atrás la incertidumbre y la angustia se apoderaron del mercado de hidrocarburos. A pocas horas de la muerte del general iraní, Qasem Soleimani, se creó una alerta global y la agencia internacional AFP reportó un aumento del crudo del 3,5%.
Después del ataque de Estados Unidos y la pronta venganza de Irán se desataron todo tipo de especulaciones en torno al estrecho de Ormuz, la columna vertebral para el mundo de los hidrocarburos. Ubicado en el Golfo de Omán, entre Irán y los Emiratos Árabes Unidos, y por ahí transita aproximadamente entre el 20% y el 30% de la producción petrolera mundial.
El riesgo mayor es que Irán levantara un bloqueo sobre el estrecho. Sin embargo, la medida es drástica y por lo tanto poco probable.
“Irán se afectaría a sí mismo porque su producción la saca por ese estrecho y afectaría sus exportaciones”, explicó el jefe de estudios económicos y financieros de Recope.
Después del asesinato de Qasem Soleimani ordenadoa por el gobierno estadounidenses y de la respuesta “proporcional” de los iraníes, las aguas podrían volver a su cauce, según los especialistas consultados por EF.
Tensiones acosan al precio del petróleo
Cuando se da un episodio de violencia en la volátil región de Oriente Medio, la repercusión más directa para Costa Rica es el impacto en el precio de los combustibles. En este incidente en particular, los precios podrían mantenerse porque los ataques tienen como blanco infraestructura militar.
Sin embargo, la inestabilidad de la zona y la posibilidad de que el panorama cambie de un momento a otro, crispan los nervios de los mercados internacionales.
A estas tensiones se suma que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) renovó el acuerdo de recorte de la producción de los países miembros, la cual pasó de 1,8 millones de barriles por día –vigente desde 2017– a 2,2 millones de barriles diarios.
“Desde que se firmó el acuerdo el mercado ha experimentado un incremento en el precio internacional, pasó de alrededor de $63 a $65 producto del acuerdo”, indicó el jefe de estudios económicos y financieros de Recope.
LEA MÁS: EF Explica: ¿Cuáles son las tensiones políticas que acechan el precio del petróleo?
En este contexto se debe recordar un episodio reciente, aunque de menor envergadura, que sí originó una fuerte alza en el valor de los combustibles.
Se trata del ataque a manos de las fuerzas yemeníes hutíes a las instalaciones de Aramco, empresa propiedad de Arabia Saudita y que produce la mayor cantidad de hidrocarburo en el mundo. En ese momento la nación afectada señaló como culpable a Irán.
Este capítulo se desarrolló en setiembre y para noviembre los consumidores nacionales desembolsaron ¢19 colones más por el litro de gasolina súper y el diésel, y ¢14 adicionales por cada litro de gasolina regular.
El incremento en el precio de los hidrocarburos fue coyuntural y no tuvo un impacto tan prolongado, porque Arabia Saudita es el país con mayor capacidad de reserva y puede fungir como estabilizador de precios, acusó Solera.
¿Qué sigue?
Oriente Medio es un área muy volátil y Estados Unidos e Irán miden fuerzas por la hegemonía en la región.
En el corto plazo las tensiones podrían disminuir ya que Irán tomó venganza contra el asesinato de Soleimani, comandante de la Guardia Revolucionaria, y de Abu Mehdi al Muhandis, el número dos de Hashd al Shaabi –milicias chiitas–, al disparar una docena de misiles balísticos contra dos bases estadounidenses en Irak.
El ataque iraní fue catalogado como proporcional al recibido por parte de Estados Unidos.
“Yo veo el ataque con misiles, las reacciones de Trump en Twitter, la conferencia y las declaraciones de los diplomáticos como una desescalada; pero sigue latente la confrontación”, dijo Sergio Moya, profesor de la Universidad Nacional (UNA).
Dentro del repertorio de opciones se baraja que Estados Unidos salga de Irak, al menos esta es la petición que hacen Irán y el parlamento iraquí. De concrertarse sería una derrota para la potencia.
Actualmente la nación norteamericana tiene desplegados cerca de 60.000 soldados en bases militares aéreas y marítimas en Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar, según Moya.
“Una posible retirada de Estados Unidos dejaría en desventaja a su aliado más leal, que es Israel. No creo que estén considerando salirse de una zona inestable, de hacerlo no sería inmediato, sería un proceso”, comentó Argentina Artavia, politóloga.
Por su parte, Irán busca fortalecerse como una potencia regional a través de su capacidad nuclear y así demostrar que puede responder con fuerza ante cualquier otro ataque, en pro de resguardar sus intereses geopolíticos.
Mientras Irak se convierte en el campo de batalla de Irán y Estados Unidos, otros actores hacen un llamado a la calma. Tal es el caso de Vladimir Putin, presidente de Rusia, y de Tayyip Erdogan, mandatario de Turquía, quienes llamaron a todas las partes a “actuar con moderación”.
En este momento la prudencia es lo que caracteriza a la comunidad internacional porque cualquier reacomodo de fuerzas en Oriente Medio podría perjudicar intereses económicos de las grandes potencias.
Al parecer, tanto Rusia como China, no desean que el conflicto se agrave. La potencia asiática tiene grandes intereses en la región, específicamente por la Ruta de la Seda.