A sus 36 años, Carolina Hidalgo, la tercera mujer que preside la Asamblea Legislativa, está lista para ceder su silla y pasar a la historia como la diputada que lideró la aprobación de la reforma fiscal y la modernización del reglamento del Congreso, dos hitos que por décadas fracasaron en el mar de la burocracia y los intereses políticos de Costa Rica.
Hidalgo, abogada, deportista aficionada en natación y ciclismo y, sobre todo, especialista en negociación, logró darle el protagonismo necesario a cada una de las siete fuerzas políticas formales –ocho informales– que confluyen en Cuesta de Moras. Esa fue la clave para aprobar 111 proyectos de ley al 8 de abril.
Ella le llama “liderazgo colaborativo” a este estilo de dirección. En su despacho, en el segundo piso del Castillo Azul, Hidalgo puede ver por la ventana la construcción del nuevo edificio legislativo que estará listo en un año, cuando ella cumplirá también un año de ejercer como diputada y no como presidenta.
Estas son las reflexiones de su gestión.
— Durante esta legislatura se aprobaron 111 proyectos de ley en segundo debate (al 8 de abril), eso los pone como el segundo Plenario más productivo de los últimos 29 años. ¿Cuál fue la clave?
— Uno tiene la posibilidad guiando el plenario de asumir el orden del día simplemente, o en cada sesión sugerir una ruta mediante una moción de posposición que permite conocer los proyectos que le preocupan a las fracciones. Se dieron muchas mociones de posposición que reflejaban las preocupaciones e intereses de todas las fracciones.
— Algunos jefes de fracción consultados por EF aseguran que durante su mandato sintieron que todas las bancadas tenían protagonismo. ¿Cómo equilibró el debate?
— Yo le llamo liderazgo colaborativo que tiene como norte reconocer otros liderazgos y ser generosa en dar oportunidad a que más fracciones se sientan reflejadas en las agendas que se construyen. También permitir que otros diputados presidan comisiones, temas y debates y no concentrarlo todo en la Presidencia. La clave de la productividad fue el liderazgo colaborativo.
— El 5 de octubre del 2018 usted aclaró que la reforma fiscal no tenía vicios de procedimiento y refutó un informe de Servicios Técnicos, esta fue una acción determinante. ¿Tuvo temor de traerse abajo el proyecto?
— En realidad no. La reforma fiscal, además de esperar 26 años, tenía jurisprudencia ya establecida con anterioridad. Todos los esfuerzos anteriores de reformas fiscales contaban con jurisprudencia de la Sala Constitucional respecto a lo que estaba bien o mal en los procedimientos. Antes de que empezara el trámite del 20.580 hicimos una revisión de esa jurisprudencia e intentamos resguardarla de los vicios anteriores.
— ¿Cuál fue el momento más difícil, como presidenta del Congreso, en la discusión y trámite de la reforma fiscal?
— El de mayor tensión fue el primer debate de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y de los temas más complejos fue darle seguimiento y lograr la consolidación de la reforma al reglamento.
— ¿Qué papel jugó en la construcción del consenso para aprobar la reforma al reglamento legislativo, pese a la oposición del bloque Nueva República?
— Lo primero fue revisar todas las iniciativas de reforma al reglamento que existían de previo, incluso antes de ingresar a la Asamblea Legislativa, acordamos entre distintas personas de las fracciones la necesidad de construir una reforma al reglamento y poner alguna lista de puntos en común. Fue un proceso que tardó más que un año, fue clave no dejarlo de lado, a pesar de que la reforma fiscal era demandante y compleja.
— ¿Quedó satisfecha con la reforma al reglamento que se aprobó?
— Como mujer yo hubiese querido una reforma con otros elementos que incluyeran paridad de género en las comisiones o en las presidencias de las mismas, o la incorporación de algunos procedimientos especiales para poblaciones vulnerables, pero entendí que no existía consenso para lograrlo en este momento.
La tercera presidenta
— ¿Cómo fue el año de trabajo de la tercera mujer que preside el Directorio Legislativo en 195 años?
— Fructífero, eficiente y construido desde una visión más generosa y más colaborativa.
— El 31 de octubre del 2018 usted le llamó la atención a Wálter Muñoz del PIN por dar un discurso en el Plenario mientras hablaba por el orden, el diputado la enfrentó. Sus compañeros de inmediato exigieron respeto. ¿Cómo tomó ese gesto?
— Creo que hay una mayor consciencia del rol de las mujeres y de la eliminación de todo tipo de violencia que experimentamos en los distintos espacios, en concreto este tiene que ver con la violencia contra las mujeres en los espacios políticos. Me alegra saber que existe ese nivel de consciencia y solidaridad para con nosotras, pero eso debe traducirse en la erradicación de esas acciones.
— ¿Enfrentó otros episodios de irrespeto como presidenta del Congreso?
— Sí, en varias ocasiones y en distintos espacios. No de todos esos episodios existe consciencia de que eso sea irrespeto o formas de violencia para con las mujeres en el ámbito político.
— ¿Hay algún plan para tener un sistema de votación electrónica más completo para el plenario y las comisiones?
— Con la construcción del nuevo edificio tendremos muchas mejores condiciones de infraestructura y de sistema digital. La institución ha destinado una inversión importante en esa línea, más que dentro de la reforma al reglamento se incorporó el expediente legislativo digital.
— ¿Cuál es el estado del avance del nuevo edificio legislativo?
— Es probable que dentro de uno año concluya la construcción, es una obra ambiciosa, pero necesaria. Creo que Costa Rica no ha realizado una inversión de esta magnitud para un supremo Poder desde hace mucho tiempo y que va a significar a mediano y largo plazo un ahorro importante para esta institución en su presupuesto, en el ahorro de alquileres.
— Durante su gestión el Gobierno pidió ahorros y recortes al gasto corriente. ¿Cuáles ajustes aplicó en el Congreso y cuáles son los resultados?
— 42 funcionarios se acogieron a la movilidad laboral y esto genera ahorros proyectados por ¢2.000 millones, el presupuesto tuvo un recorte de ¢3.000 millones para 2019, se generó mayor transparencia a partir de subir en el portal de la Asamblea los datos de consumo eléctrico, combustible, kilometraje de giras oficiales, ausencias y componentes salariales de cada uno de los diputados.
“Las compras de cafetín antes se hacían como una gestión de caja chica, cuando sabemos que la Ley de Contratación Administrativa establece procedimientos específicos para que esto se haga mediante el sistema de compras, entonces se suspendieron las compras de cafetín hasta que se cumpliera con los requerimientos de la Ley”.
Retos
— En la agenda que usted hereda queda el proyecto de eurobonos y la reforma al empleo público, dos temas medulares para el Gobierno. ¿Hay ambiente para aprobarlos pronto?
— Creo que es viable en un corto o mediano plazo durante la próxima presidencia.
— ¿En cuáles temas se enfocará como diputada para ponerlos en la agenda legislativa?
— Seguridad, justicia y movilidad urbana. En este último trabajaré en mejorar la priorización del transporte público, la jerarquización de la vía y la mejora del marco regulatorio para los peatones, en seguridad queda pendiente extinción de dominio y la agenda de la incorporación de Costa Rica a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
— ¿Está de acuerdo con la decisión de la bancada del PAC de darle el apoyo a Carlos Ricardo Benavides del PLN para que sea su sucesor?
— Así es.
— ¿Quiénes son sus modelos de liderazgo femenino?
— Elizabeth Odio, Margarita Penón y Christiana Figueres.
— ¿Alcanzarán la matemática legislativa y los intereses políticos para que otra mujer presida el Directorio Legislativo en este cuatrienio?
— Quisiera genuinamente que suceda. Creo que más que la matemática eso nos lleva a una discusión de los roles de género en nuestra sociedad, los hombres han sido especialmente privilegiados en liderar procesos políticos en este país. Una muestra de ello es que en casi 200 años de democracia solo tres mujeres hemos presidido el Congreso, una el Poder Judicial y una el Poder Ejecutivo. Eso pasa porque necesitamos mujeres más empoderadas y hombres más conscientes de su privilegio y con la disposición de cambiar esa visión desde una nueva masculinidad.
— ¿Le hubiera gustado seguir en la presidencia?
— Yo voy a servir desde donde sea necesario, para serle honesta tengo ilusión de cumplir con el rol de diputada.