El proyecto para digitalizar la licencia de conducir en Costa Rica, impulsado por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), generó expectativas desde su anuncio, pero aún no se concreta una fecha para su implementación.
El exministro de Transportes, Luis Amador, anunció el año pasado que en enero del 2025 el servicio empezaría a implementarse y funcionar.
No obstante, en diciembre el entonces jerarca de dicha cartera, Mauricio Batalla, afirmó que se potenciarían los esfuerzos sobre el proyecto durante el año actual.
Para febrero, la institución actualizó que la propuesta ya contaba con un desarrollo técnico avanzado y se firmaron convenios con instituciones como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y Racsa para automatizar los trámites relacionados con licencias, incluidas las pruebas teóricas.
Además, el Banco de Costa Rica (BCR) participó dado su papel en el manejo de los pagos de exámenes de conducción, así como funciones de índole económica-administrativa que comparte.
Dos meses después, en abril, el MOPT confirmó a AmeliaRueda.com que el plan ya estaba listo y solo faltaba una decisión administrativa para poner en marcha una versión de prueba, posiblemente, en octubre.
Tras la consulta de este medio, realizada el 18 de junio, la oficina de prensa del Ministerio aseguró que “las autoridades se encuentran trabajando en el proyecto y se está en el proceso de consulta con varios sectores”, sin señalar todavía un plazo para finalizar la espera.

¿Qué cambios traería su implementación?
La iniciativa, según el MOPT, permitiría portar la licencia en formato digital mediante un código QR visible en el teléfono móvil sin necesidad de llevar el documento físico. Por lo tanto, si un oficial de tránsito se lo solicita, usted tiene esta alternativa.
Desde la entrada en vigencia de una reforma a la Ley de Tránsito el 2 de diciembre de 2024 ya no es obligatorio portar la licencia; en cambio, las autoridades pueden verificar su existencia por medio de la consulta a un sistema interno al que tienen acceso.
Sin embargo, si resulta imposible acceder, ya sea por falta de internet u otro factor, se le aplicaría una sanción de ¢26.000, de acuerdo con lo dicho por Oswaldo Miranda, director de la Policía de Tránsito, mediante un comunicado.
Una situación similar ocurriría con la licencia virtual, pues aunque los oficiales estarán equipados con lectores QR para validar la autenticidad de los códigos de forma inmediata, todavía no se tiene certeza de qué sucederá en escenarios donde alguien no sea capaz de acceder por alguna circunstancia.
Por otro lado, su uso sería gratuito para los conductores, puesto que el BCR asumirá los costos tecnológicos sin trasladarlos a los usuarios.
La digitalización de licencias no es una novedad a nivel internacional: países como México, Colombia y Estados Unidos ya permiten versiones digitales válidas, en muchos casos con respaldo legal.