Adriana Páez repite que no hay que hacer caso si alguien dice que uno no es capaz de algo. No es su único lema.
Dos veces y en momentos distintos vio crecer a sus empresas de pijamas infantiles Nana’s Collection y Chikis & Moms. Luego tuvo que cerrarlas.
En el ínterin estuvo en firmas internacionales. Al ver que ya no tendría esas oportunidades, se enfocó en sus dos actuales negocios: Nana’s Collection Books de libros terapéuticos y The Magnets Lab.CR de fotoimanes. Están en pleno crecimiento.
“Renazco con dos proyectos que reflejan lo que soy hoy: una mujer con cicatrices, madurez y aprendizajes. Una mujer que atravesó el dolor de cerrar, endeudarse y ser rechazada“, dijo Adriana.
Nada de eso apacigua su optimismo, extroversión y alegría.

En firmas top
Adriana vivió en Desamparados y San Francisco de Dos Ríos. Estuvo en la Escuela Joaquín García Monge y el Colegio Rosario (Zapote).
Junto a su pasión por la lectura, de niña se dio cuenta de sus habilidades para vender de todo. Vendía lapiceros, papel carta y cualquier cosa que se le pusiera a mano.
Ingresó a la Universidad de Costa Rica (UCR) en 1993 y empezó administración. Tuvo que trabajar y siguió en la Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA).
Más tarde, en la farmacéutica GSK, estuvo en recursos humanos. Fue cuando se casó y nacieron su hija, Mariana, y su hijo, Diego. Se dedicó a la familia. Pero descubrió pronto un negocio.
Como no encontraba pijamas de piecito (mamelucos, de una sola pieza), las encargó a una costurera y fundó Nana’s Collection Pijamas en 2003.
Salía de Moravia, donde vivía entonces, a visitar las tiendas en un viejo automóvil, todavía con Mariana de tres años y Diego en brazos.
Con los anuncios económicos logró colocar sus productos en tiendas de Guanacaste, Puntarenas y Limón. Iba a las ferias de las asociaciones solidaristas.
La crisis financiera de 2008, la inundación de productos fabricados en China y las cadenas comerciales de artículos de bajo precio acabaron con el negocio.
Adriana preparó su curriculum y actualizó su perfil de LinkedIn. Ingresó a HP en reclutamiento de talento. Después la llamaron de Avantica, Deloitte y PwC.
En esa época completó su carrera y una maestría en recursos humanos. Se casó por segunda vez. Mariana y Diego ya iban encaminados: en la actualidad estudian en el Instituto Tecnológico de Costa Rica.

Accidente
Adriana estaba en PwC, una de las consultoras más importantes junto a Deloitte y otras firmas.
Un día, al asistir a una reunión con un cliente, estacionó en el parqueo, bajó y no vio un charco de aceite. Se resbaló y se lesionó: siete meses de incapacidad. Al reincoporarse, su puesto estaba ocupado. Ella lo intuía.
Creó Chikis & Moms. En lugar de pijamas, fabricaba mediante maquila y vendía almohadas de embarazo y lactancia, sábanas y protectores para cunas, entre otros.
Llevó cursos para pymes, se dio a conocer en Facebook (tuvo 52.000 seguidores) y lanzó su sitio web. Llegó a enviar productos hasta Talamanca. Le dieron un reconocimiento de Pymexpress, el servicio de entregas de Correos de Costa Rica.
Para la pandemia las ventas se mantuvieron y luego crecieron. Contrató costureras y dos asistentes.
Adriana se planteó entrar en grandes tiendas. En una cadena, el encargado de proveeduría la recibió y le prometió comprarle.
Ella se inscribió como proveedora. No quería quedar mal cuando llegara la orden de compra. Con un crédito de ¢10 millones compró máquinas (planas, overlock y cortadora industrial) e insumos (tela, hilo y accesorios). Esperó. “Me embarqué”, dijo. “Era el negocio de mi vida”.
Los meses pasaron. Adriana cumplió (todavía lo hace) las mensualidades del crédito. La inflación del 2022, la caída del tipo de cambio, la saturación de productos chinos y de outlets y la baja natalidad, que se sentía ya en el mercado, dieron el golpe final.
Vendía una quinta parte de lo usual y el saldo daba negativo. Era insostenible. Vendió el automóvil que sacó de agencia, las máquinas y la materia prima. Cerró en octubre de 2024.



Nueva reinvención
Unos meses antes, acompañaba a su esposo Fernando Ramírez, especializado en finanzas y a quien ella le reconoce su ayuda en esta área, en el hospital tras una operación.
Adriana había actualizado el curriculum y el perfil de LinkedIn. Aplicó a dos vacantes. Nada. Competía con nuevas generaciones de profesionales. La experiencia jugaba en contra.
En el hospital empezó a dibujar para bajar la ansiedad y vio que eso podría ser su siguiente negocio. “Me contrato”, se dijo.
Investigó, aprendió y entrenó con los videos en YouTube y en TikTok. Con la marca Nana’s Collection Books creó su primer libro terapéutico de colorear con motivos ambientales de Costa Rica y lo subió a Amazon, que imprime cada ejemplar y lo envía al comprador.
A la semana se empezó a vender. Cuando se dio cuenta, eran 25 libros vendidos en Suecia, Alemania, Australia y España. En la actualidad vende 110 unidades por mes. Tomó confianza.
Para el fin de año buscó una imprenta local para producirlos y comerciarlos en Costa Rica. Los promovió en redes sociales. Le fue bien.
Con esos resultados fue a Librería Internacional a principios de este 2025. Ya lleva varias órdenes de compra. También se los pidieron de House of Colors, ubicada en Montes de Oca, y en una librería de Naranjo.
En redes sociales encontró una nueva idea de negocio: fotoimanes personalizados. Investigó y compró la máquina para fotoimanes rectangulares. Más tarde incorporó otras: de corazón, cuadrados y circulares. Creó The Magnets Lab.
Los clientes le envían las fotografías y ella las encapsula. Las usan de recuerdo. Las colocan en superficies adherentes, como en las puertas de las refrigeradoras. Para el 14 de febrero de este 2025 vendió 30. Los días del padre y de la madre fueron buenos.
De pronto le llegaron pedidos de empresas e instituciones como BAC, Florida Ice & Farm Company (Fifco) y las universidades Hispanoamericana y Earth. Ahí los colocan en pizarras para destacar a los empleados del mes, por ejemplo. O los obsequían. Las ventas saltaron 10 veces.
En la actualidad, los ingresos llegan a casi al monto del mejor momento de ventas de Chikis & Moms.
Adriana quiere fortalecer la venta de libros terapéuticos en librerías locales, para no tener que desgastarse en la venta de uno en uno a través de redes sociales, y quiere franquiciar la producción de fotoimanes.
Para ella lo central es conectar con sus audiencias y las nuevas generaciones a través de Facebook, Instagram y Tik Tok. Asi como consolidar su presencia en LinkedIn, para ganar la confianza y que la contacten las compañías. Se capacitó para eso.
Las expectativas son positivas. “Mire, me acaba de llegar una nueva orden de compra de la librería”, dice Adriana, mientras me enseña el correo electrónico.
Datos claves |
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Emprendedora: Adriana Páez |
Nana’s Collection Books - Libros de colorear con enfoque terapéutico para brindar calma, color y bienestar. Se vende en Amazon, Librería Internacional y House of Colors a ¢8.500. Fundada en 2024. |
The Magnets Lab.CR - Fotoimanes personalizados y regalos corporativos. Sistema de cinco capas para que las fotos queden protegidas a prueba del tiempo y humedad. Desde ¢1.500. Fundada en 2025. |