En el caso de las donaciones que con tanto esfuerzo y solidaridad está haciendo el sector empresarial, se debería garantizar su deducibilidad fiscal del impuesto sobre la renta.

En caso de que las donaciones del sector privado costarricense para la lucha contra el nuevo coronavirus no se puedan considerar como gasto deducible del Impuesto sobre la Renta de la compañía, se generará un impacto fiscal negativo para los contribuyentes de este tributo y un desestimulo para seguir apoyando económicamente a los sectores más vulnerables del país, sostiene Antonio Ruiz, Socio de Impuestos y Legal para EY Centroamérica, Panamá y República Dominicana.