Un objetivo “audaz” pero también una “necesidad”: las aerolíneas del mundo se comprometieron a alcanzar el nivel de “cero emisiones netas de dióxido de carbono (CO2)″ para 2050 como forma de combatir el cambio climático, cuando aún sufren por el impacto de la pandemia.
Tras un periodo estival en Europa marcado por un aumento de los niveles de desplazamientos aéreos, la industria teme una contracción por el miedo a la propagación de nuevas variantes del COVID-19.
IATA aseguró que se trata de “la mayor sacudida que ha vivido el sector”.