La sola presencia en la competencia, ya es ganancia. Se asegura vender el café a buen precio pero además, se mejora en reputación y eso se traduce en más interés. De ahí es donde más compañías buscan comprar café del que produjo la empresa que concursó. El interés no es solo por los lotes dentro de la subasta, sino por otras fincas, porque la calidad del café está garantizada.
Los granos de la finca Don Cayito, de Copey de Dota, rompieron el récord mundial de precios.
El café ganador proviene de La Bandera de Dota, una localidad a 1.900 metros sobre el nivel del mar, en el valle de Tarrazú.