Corporación de Industria Automotriz de Beijing (BAIC, por sus siglas en inglés) anunció este 9 de marzo su llegada a Costa Rica con vehículos de lujo, la apertura de una sucursal y cuatro modelos.
La crisis interrumpió una leve recuperación que vivió el sector de automóviles durante el primer trimestre del 2020 y provocó un desplome en ventas.
La importación de autos y la recaudación de impuestos caen en autos usados y nuevos, mientras las agencias se las ingenian para atraer consumidores.
Esos resultados positivos se presentaron en un año en el que la venta de vehículos (nuevos y usados) cerró con una caída interanual del 9%, según el Índice Mensual de la Actividad Comercial del Banco Central de Costa Rica.
El distribuidor inglés y minorista multimarca se aventuró a tomar el volante de la agencia de vehículos costarricense el 26 de marzo de 2018 tras invertir $284 millones (el monto incluye la compra de una operación en Panamá que también era propiedad de Grupo Rudelman).
En un mes, el costo en colones de un vehículo comercializado por $20.000 subió ¢727.200 como consecuencia del incremento en el tipo de cambio.
La empresa familiar FACO distribuye la marca japonesa Honda en Costa Rica desde 1969, convirtiéndose así, en uno de los principales testigos del aumento en la oferta de marcas de automóviles disponibles en el mercado nacional.
Para los dueños del conglomerado costarricense no es nuevo ceder el volante de la compañía a alguien ajeno al negocio.
En Costa Rica se han contabilizado cerca de 36 empresas que disponen de camiones de comida. Muchos de ellos tuvieron que acceder a los servicios de diferentes negocios para construir su unidad.
Las motivaciones van desde relaciones empresariales de alta data hasta análisis de mercado que determinan que en el territorio nacional hay poca penetración vehicular.