Felicidad para la sostenibilidad y productividad
El ser humano siempre busca ser feliz en lo que hace, sentirse importante y dejar un legado; qué mayor oportunidad para hacerlo que en su trabajo, al que dedica aproximadamente un 30% de la vida.
El ser humano siempre busca ser feliz en lo que hace, sentirse importante y dejar un legado; qué mayor oportunidad para hacerlo que en su trabajo, al que dedica aproximadamente un 30% de la vida.
Jonathan Haidt, psicólogo de la Universidad de Virginia, afirma que nuestro sistema mental puede entenderse como un elefante que es dirigido por un jinete. El elefante es nuestro sistema automático y emocional; el jinete es nuestro sistema secuencial y racional.
No hay duda de que darles aumentos salariales a las personas puede incentivarlas a mejorar su desempeño laboral, y los respalda plenamente. Sin embargo, estoy convencido de que, si realmente quiere que las personas eleven su desempeño, primero debe construir su sentido de orgullo. Es mucho más probable que las personas hagan las cosas de forma excepcional si creen profundamente en lo que hacen.
Uno de los hallazgos más interesantes se centra en el factor “reconocimiento”, que muestra una conformación más compleja y desafiante, pero a la vez, revela un impacto cada vez más elevado en el clima organizacional y, por tanto, la productividad e innovación.
Hay que permitirse iniciar e ir corrigiendo en el camino. Cuando se avanza hay una sensación de satisfacción. Querer todo perfecto desde el inicio, muchas veces paraliza.
Una clave en el cambio de hábitos es la motivación, y esta no aparece de la noche a la mañana, poco a poco se va caminando hacia ella. Hace poco escuché que “la motivación viene después de la acción, no antes”. Lo cual quiere decir que no espere a sentirse motivado para moverse, más bien muévase y conforme lo haga la motivación empezará a llegar.