Una amnistía tributaria no es un perdón de la deuda principal del contribuyente, sino una exoneración de los intereses y de las sanciones correspondientes. todos sabemos si tenemos esqueletos en el armario, y es esta una oportunidad dorada para darles santa sepultura. Si esas contingencias en periodos no prescritos pueden poner en jaque la estabilidad financiera de la empresa o emocional de sus dueños, es el momento de rectificar y pagar sin intereses y con una significativa reducción de multas.
Etiquetas perdón
Viernes Santo: mientras leía en un centro comercial, escuché el diálogo lleno de violencia de dos pequeños que jugaban