La mentoría es mucho más que adiestramiento empresarial o profesional personalizado, es una manera de relacionarnos que contempla un apoyo integral, pero sobre todo que genera una relación única entre el mentor y su “aprendiz”.
En todos los ámbitos, hoy estamos asistiendo a experiencias híbridas, una combinación entre experiencias físicas y digitales que no es lineal, de la que estamos aprendiendo todos los días.
Nadie puede hacer que otro cambie, pero sí podemos inspirarlos para que cambien, darle herramientas, empoderarlos.
La experiencia de las personas cobra relevancia en todos los ámbitos, desde la decisión de compra de un producto hasta la forma de trabajar de las organizaciones.
Recomiendo dejar de pensar en los puestos que se eliminarán (algo que va suceder) y comenzar a hacerlo en sentido inverso, es decir, el los nuevos empleos que van a llegar.
Las organizaciones necesitarán prácticas claras para garantizar que no haya prejuicios injustos hacia los empleados en función del estilo de trabajo elegido, y que sus sistemas estén diseñados y optimizados para cada opción.
En el mundo real de las empresas las diferencias entre un emprendedor y un empresario son difíciles de encontrar.
Es posible que lo que necesitemos no solo sea la legislación, sino garantizar la libre competencia y la ética para que estos flujos sean transparentes a todos los participantes.