La falta de la soledad tiene impactos negativos en la habilidad para resolver problemas complejos, en la capacidad de regular nuestras emociones, en la construcción de valores morales y —paradójicamente— en la salud de nuestras relaciones.
El debate entorno a la UPAD abre la oportunidad para hacer una reflexión útil para toda empresa que usa datos.
En un mundo rico en información, mucho del costo de la información lo incurre el receptor. No es suficiente saber cuánto nos cuesta producir y transmitir información; debemos también saber cuándo nos cuesta, en términos de escasez de atención, recibirla.
El talento es apenas una de las caras de la moneda. Del otro lado está el esfuerzo. El problema está en que nuestra obsesión por el talento, entendido como esa serie de habilidades que se tienen, impide que apreciemos el valor del esfuerzo como un predictor del éxito.
Para sacar verdadero provecho a los datos disponibles, las empresas deben adoptar la mentalidad del científico. Deben observar y medir de forma sistemática aquello que desean entender. Deben hacer experimentos siempre que sea posible.
Cuando en el mundo corporativo se habla de innovación, se suele pensar en tecnología o en complejas mejoras en los procesos productivos.
Ramiro Casó, psicólogo especializado en marketing, asegura que en el contexto de crisis la comunicación comercial debe ser simple y pragmática. Casó será uno de los expositores del evento Perfil del consumidor de El Financiero.