La falta de una respuesta positiva o negativa por parte de empleadores en ocasiones hace pensar a los participantes que las ferias de empleo son poco útiles, al mismo tiempo son un mecanismo que sirve para establecer las debilidades en los perfiles de las personas, por ejemplo, un deficiente manejo del inglés.
Un documento extenso no es sinónimo de un buen currículo. Las hojas de vida deben ser concisas y de máximo dos páginas, pues el aspirante solo cuenta con un promedio de siete segundos para llamar la atención del reclutador, según Natalia Severiche, gerente de Manpower de Costa Rica.
La mayoría de las firmas señalan que la falta de conocimientos técnicos, certificaciones y habilidades blandas como la comunicación asertiva, son los principales tropiezos de las personas que aspiran a los puestos que el mercado demanda.