El Banco Central de Costa Rica (BCCR) presentó este miércoles 2 de julio, la nueva colección de monedas de ₡100, en la cual se resaltan las manifestaciones declaradas como patrimonio cultural inmaterial de nuestro país.
La nueva colección, denominada “Patrimonio Cultural Inmaterial” consta de seis piezas para ilustrar parte de la cultura costarricense: el swing criollo, el calypso limonense, la manufactura de objetos cerámicos con motivos chorotegas, la tradición del boyeo y la carreta en Costa Rica, la música tradicional de cimarrona costarricense y el tope de toros liberiano.
La primera moneda que estará a disposición de la ciudadanía en su versión coleccionable será la alusiva al swing criollo, a partir del miércoles 23 de julio. Estas monedas presentan en el anverso las leyendas “República de Costa Rica” y “Banco Central de Costa Rica” en la parte superior, así como cuatro barras en la parte inferior, en alto relieve, que facilitan su reconocimiento al tacto.
En el reverso se destaca el nombre “SWING CRIOLLO” y una ilustración de los bailarines Ligia Torijano Chacón y Wálter Morales Zamora con un paso característico del swing criollo, así como la pista, las luces de un salón de baile y las notas musicales de la cumbia. También se aprecia el año “2025” de la aprobación del diseño por la Junta Directiva del Banco Central.
Adicionalmente, se contará con una moneda de circulación regular que no mostrará colores en el diseño de los bailarines, para su uso como medio de pago con un valor nominal de ₡100.
La primera moneda
El BCCR pondrá a disposición de la ciudadanía, a partir del 23 de julio, 10.000 monedas de colección en acrílico y 7.000 monedas de colección en estuche, alusivas al primer diseño del swing criollo. Cualquiera de las dos monedas tendrá un costo de ₡9.000 y la venta se limitará a un máximo de dos unidades por persona, independientemente de su presentación.
“Es importante destacar que la cantidad de monedas coleccionables asignadas a cada entidad financiera se determina según sus requerimientos. Además, son estas mismas entidades las que definen los puntos de venta donde la moneda estará disponible para el público, así como la cantidad de monedas por presentación en cada ubicación”, informó el BCCR.
¿Dónde comprarlas?
Entre las entidades que tendrán a la venta la moneda coleccionable están:
- Banco de Costa Rica: 2.900 unidades, en sucursales de las siete provincias.
- Banco Nacional: 2.600 unidades, solo en la oficina central de San José.
- Banco Popular: 1.200 unidades, en sucursales de Paseo Colón, Catedral, San Ramón de Alajuela y Cartago.
- BAC: 1.050 unidades en sucursales de Avenida Segunda, Curridabat, La Bandera, Escazú, Multiplaza Escazú y Oxígeno (Heredia).
- Promérica: 300 unidades, en El Cedral, Escazú.
- Scotiabank: 250 unidades, en la oficina central de La Sabana.
- Grupo Mutual: 1.400 unidades, en Alajuela, oficina central.
- Mucap: 600 unidades, en sucursales de Tibás, Alajuela, Turrialba, Terramall y Los Ángeles.
- Coopegrecia: 1.250 unidades, en Grecia y Sarchí.
- Coopealianza: 1.000 unidades, en Pérez Zeledón, Nicoya, Uvita, Ciudad Neily, Quepos, El Roble, Guápiles.
- Coopesanramón: 650 unidades, en oficina central de San Ramón.
- Coopeande: 500 unidades en Pérez Zeledón, San Carlos, Liberia, Nicoya, El Roble, Limón.
- Coopenae: 500 unidades en la oficina central de San José.
- Coopecar: 500 unidades en Zarcero, oficina central.
- Asociación Numismática Costarricense: 1.000 unidades en San José, oficina central.
- Museos del BCCR: 375 unidades en San José (después de la fecha oficial).
Sobre el swing criollo
El BCCR explicó mediante un comunicado de prensa que el swing criollo surgió en los salones de baile de San José, a mediados del siglo XX, como una combinación de ritmos musicales basados en la cumbia y giros propios del baile del swing estadounidense de los años 1950.
“El swing criollo estableció características particulares en Costa Rica que lo hacen único; no obstante, este baile nació en un ambiente de clandestinidad, reservado para estratos marginados de la sociedad josefina de aquella época”, agrega el comunicado.
En el 2012 fue declarado por la Comisión Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial (CONAPACI), como una manifestación del patrimonio cultural inmaterial costarricense, mediante decreto No. 37086.