El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció este jueves 17 de noviembre que comprará un bitcóin todos los días para este país centroamericano en momentos que la criptomoneda afronta una tendencia abajo de los $20.000.
“We are buying one #Bitcoin every day starting tomorrow (Estamos comprando un #Bitcoin todos los días a partir de mañana)”, escribió en Twitter el mandatario.
Bukele hizo el anuncio justo cuando el país cierra este jueves el evento denominado “Adopting Bitcoin”, que reúne a puerta cerrada a personas vinculadas al mundillo de la criptomoneda.
En septiembre de 2021, cuando El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal a la par del dólar, rondaba los $45.000; luego, en noviembre, llegó a $68.000 y en la actualidad se cotiza alrededor de los $16.542.
Aprovechando el desplome del precio, Bukele compró en julio con fondos del Estado 80 bitcoines a $19.000 cada uno, con lo cual El Salvador acumula 2.381 unidades y una inversión de $107,1 millones.
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El bitcóin, según una encuesta de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) realizada en septiembre y publicada en octubre, no es utilizado por el 75,6% de los salvadoreños que fueron consultados, mientras un 24,4% señaló que usó la criptodivisa en transacciones.
El miércoles la embajadora de El Salvador en Washington y activa promotora del bitcóin, Milena Mayorga, dijo al estatal canal 10 que su uso "es un proceso. Primero tenemos que conocerlo, la educación es la clave".
"Ya tenemos 44 empresas sobre criptomonedas instaladas", celebró Mayorga.
El bitcóin "es la medida más impopular del gobierno de Nayib Bukele, la más criticada y la peor evaluada", valoró el rector de la UCA, Andreu Oliva, cuando presentó los resultados del sondeo.
Además, 77 de cada 100 salvadoreños opinaron que el presidente "no debe seguir gastando dinero público para continuar comprando bitcóin"
Con la adopción del bitcóin, Bukele buscaba “la inclusión financiera” de la mayoría de la población y facilitar el envío de remesas familiares desde el extranjero. Pero la medida fue cuestionada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que advirtieron sobre la alta volatilidad de la criptomoneda.