Contrario a lo que muchos piensan, para invertir a través la Bolsa Nacional de Valores (BNV) no es necesario ser millonario o tener un gran respaldo de capital, sino que puede hacerlo incluso desde ¢5 mil colones.
Así lo afirmó Juan Pablo Arias, analista financiero de la BNV. Por eso, si usted está interesado en empezar a hacerlo, le explicamos cómo empezar desde cero si no tiene conocimiento al respecto de forma segura.
Antes de empezar, es importante aclarar que no se invierte en la Bolsa, sino mediante ella. Esto se debe a que su objetivo es mediar las actividades de los clientes con fondos nacionales e internacionales; es decir, se trata de una plataforma de negociación.
Defina sus objetivos y busque asesoría
Aunque puede parecer lógico, tener seguridad sobre para qué quiere el dinero que genere y a qué plazo lo necesita es una prioridad.
Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, recomendó preguntarse hasta lo más simple: ¿dentro de cuánto tiempo creo que necesitaré los frutos de la inversión? ¿Será para pagar una maestría, heredarlo a mis nietos o fomentar un ahorro para mi vejez?
Una vez tenga en firme hacia dónde se dirigen sus metas, vaya a un puesto de bolsa o entidad regulada por la Superintendencia General de Valores (Sugeval) para pedir asesoría. Es crucial que verifique dicha regulación, pues indica si es una institución confiable.
Quien le atienda le preguntará sus objetivos y monto que desea dirigir a la Bolsa. Según Arias, si usted está iniciando lo recomendable es hacerlo con fondos de inversión, ya que representan un menor riesgo. En este tipo de instrumentos se junta el dinero de varios inversionistas en un solo fondo, el cual es administrado por un gestor profesional.
No obstante, no hay un instrumento que sea universal para todos los tipos de inversores, por eso los puestos de bolsa o las Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFI) cuentan con agentes o corredores que pueden realizar el perfil de riesgo del cliente y recomendar los instrumentos adecuados: bonos del Gobierno, de empresas privadas, acciones, o incluso mercados internacionales, si el perfil lo permite.
Elija un mercado
A juicio de Arias, para seleccionar un mercado es clave definir cómo se sentirá si su inversión pierde valor. “Por ejemplo, alguien que invierte en criptomonedas como Bitcoin debe saber que su capital puede bajar hasta un 50% en poco tiempo, pero también subir un 100% en cuestión de semanas", comentó.
Si la tolerancia al riesgo es baja, se sugieren modalidades más seguras, pero con un porcentaje más bajo de rendimientos, pues entre mayor sea el riesgo y el plazo también lo será la ganancia.
“Un joven que empieza su vida laboral puede invertir a largo plazo a través de su fondo de pensión, una persona que quiere pagar la educación privada de sus hijos en cinco años podría preferir instrumentos a corto o mediano plazo, quien recibe una gran cantidad de dinero de forma inesperada (una herencia o un premio de lotería) también tiene un perfil diferente. Personas con ingresos altos y estables pueden asumir más riesgo, ya que una pérdida no comprometería su estabilidad financiera”, dijo Arias.
Para inversiones en mercados internacionales, Arias recomendó un horizonte mínimo de un año, aunque lo ideal es mantener la inversión entre tres y cinco años para enfrentar la volatilidad y obtener mejores resultados.

Seleccione el monto según su entidad intermediaria
El monto mínimo para invertir en el mercado bursátil no es único ni estándar, sino que depende de la entidad financiera que actúe como intermediaria.
Esto significa que una persona puede acceder a distintos productos de inversión si lo hace por medio de una SAFI, un banco, una cooperativa o un puesto de bolsa.
“En el caso de las SAFI, muchas permiten iniciar con montos bajos, incluso desde ¢5.000 o $10, especialmente en fondos de mercado de dinero. Estos fondos están diseñados para ser accesibles y líquidos, por lo que son ideales para quienes desean dar sus primeros pasos en el mundo de las inversiones sin asumir grandes riesgos ni comprometer sumas elevadas”, aseguró Arias.
Por otro lado, si el inversionista decide acudir a un puesto de bolsa para comprar directamente bonos, acciones u otros instrumentos bursátiles más sofisticados, los montos requeridos suelen ser mayores. Adriana Rodríguez, de Acobo, recomendó montos cercanos a $100.000, aunque aseguró que la importancia radica en la constancia.
Proteja su inversión
Arias explicó que una de las mejores formas de proteger su dinero es mediante la diversificación. Al invertir en diferentes fondos el capital se distribuye entre varios instrumentos financieros, por lo que se reduce el riesgo global: si una inversión no funciona como se esperaba, otras pueden compensar esa pérdida.
A escala internacional, esto implica repartir sus inversiones entre distintas regiones, monedas y sectores económicos, lo cual le permite enfrentar los altibajos del mercado con mayor tranquilidad al no estar expuesto a un solo factor o área geográfica.
“El asesoramiento financiero debe priorizar que el cliente mantenga su tranquilidad, ya que la inversión debe ser una fuente de paz y no de estrés. No es recomendable invertir en productos que generen incertidumbre diaria sobre las ganancias o pérdidas”, aseguró Arias.
Para quienes prefieren estabilidad, lo mejor es armar un portafolio estable que evite preocupaciones por caídas súbitas, mientras que aquellos con mayor tolerancia al riesgo deben saber cuándo es momento de salir, idealmente antes de que la tendencia negativa se profundice.
“Previo a invertir en cualquier fondo, es fundamental revisar el prospecto que detalla características como comisiones, formas de entrar y salir, costos y plazos. Esto permite entender si la salida es sencilla o costosa”, comentó Rodríguez.
En redes sociales proliferan plataformas que prometen ganancias rápidas, incluso en casinos virtuales, con montos mínimos de inversión. Sin embargo, tanto Arias como Rodríguez advirtieron que no es recomendable confiar en instrumentos no regulados, pues la falta de supervisión pone en riesgo el capital.
“Muchas veces se mencionan reguladores que ni siquiera existen o no invierten realmente en títulos locales ni internacionales, sino que solo toman el dinero sin que el inversionista tenga seguridad de dónde está realmente su capital”, destacó el asesor.
En entidades reguladas, las inversiones quedan registradas, en el caso de Costa Rica, en InterClear Central de Valores. Allí el cliente puede solicitar estados de cuenta para confirmar sus activos.