La Reserva Federal de Estados Unidos redujo su tasa de interés de referencia en 25 puntos base el 10 de diciembre de 2025, situándola en un rango de 3,5% a 3,75%, el nivel más bajo desde noviembre de 2022.
Este tercer recorte consecutivo del año tiene múltiples implicaciones para la economía costarricense, generando tanto oportunidades como desafíos en un contexto donde el país enfrenta presiones cambiarias y monetarias particulares.
La decisión de la Fed de reducir tasas contribuye al debilitamiento del dólar estadounidense frente a monedas de mercados emergentes, incluyendo el colón costarricense. Esta tendencia se suma a un proceso de apreciación del colón que ya venía desarrollándose desde mediados de 2022. El tipo de cambio cayó a niveles cercanos a ₡488-490 por dólar a inicios de diciembre de 2025, el nivel más bajo desde 2005, representando una apreciación del 27% desde que alcanzó ₡640 en 2022.
Para el sector turístico costarricense, este fortalecimiento del colón resulta especialmente problemático durante la temporada alta que inicia en diciembre. Los visitantes estadounidenses y europeos obtienen menos colones por sus dólares, incrementando efectivamente el costo de hoteles, tours y servicios. La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) reporta pérdidas de hasta 25% en ingresos cuando las empresas convierten dólares a colones para pagar salarios e impuestos. Esta situación podría intensificarse si el recorte de tasas de la Fed genera una mayor debilidad del dólar en los próximos meses.
Una consecuencia positiva del recorte de la Fed es la potencial reducción en los costos de servicio de la deuda externa costarricense. Tasas de interés globales más bajas reducen el costo de refinanciamiento y facilitan el acceso a nuevos recursos en mercados internacionales.
Históricamente, los recortes de tasas de la Fed han aliviado las presiones financieras sobre economías emergentes al reducir los spreads de riesgo soberano y facilitar flujos de capital hacia estos mercados. Para Costa Rica, tasas globales más bajas pueden representar ahorros significativos en el mediano plazo.
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) mantiene su tasa de política monetaria en 3,5% desde septiembre de 2025. La decisión de la Fed impacta el panorama de análisis del BCCR. La baja de la Fed junto a que la inflación costarricense se mantiene en territorio negativo en principio permitiría recortes adicionales de tasas locales para estimular la economía. Adicionalmente, factores domésticos seguirán determinando la fortaleza del colón. Costa Rica experimenta entradas significativas de dólares por exportaciones, remesas e inversión extranjera, lo que ha contribuido a la apreciación de los últimos tres años, independientemente de la política de la Fed.
Implicaciones para diferentes sectores
Sectores Beneficiados:
- Importadores: un colón fuerte reduce costos de insumos y productos importados.
- Deudores con obligaciones en dólares: menores costos de servicio de deuda, es decir pagarían menos intereses si poseen una deuda con tasa variable o ajustable.
- Consumidores: mayor poder adquisitivo para productos importados, siempre y cuando los menores precios logrados por diferencial cambiario sean trasladados al consumidor.
- Gobierno: menores costos de refinanciamiento de deuda externa o bien la deuda local expresada en dólares.
Sectores Perjudicados:
- Turismo: menor competitividad de precios frente a destinos alternativos (Costa Rica se hace más cara).
- Exportadores: reducción de márgenes al convertir ingresos en dólares a colones.
- Empresas en zonas francas: presión sobre rentabilidad en moneda local.
- Empleados del sector exportador: riesgo de menor crecimiento del empleo o hasta contracción de las operaciones.
Perspectivas
La baja de tasas de la Fed intensifica las presiones contradictorias sobre la economía costarricense. Mientras facilita condiciones financieras globales y reduce costos de endeudamiento, también contribuye a la apreciación del colón que afecta la competitividad de sectores clave como turismo y exportaciones. El BCCR deberá mantener un equilibrio delicado entre apoyar la actividad económica doméstica y gestionar las expectativas de inflación.
La capacidad de Costa Rica para capitalizar los beneficios de tasas globales más bajas mientras mitiga los costos de un tipo de cambio apreciado dependerá de la flexibilidad de su política monetaria, la diversificación de sus mercados de exportación y turismo, y la continuidad de reformas estructurales que fortalezcan la productividad y competitividad más allá del factor cambiario.

