
Enero ya dejó de ser el mes de las buenas expectativas para el consumidor, el de los planes optimistas y en donde se creaban buenas estimaciones sobre la situación económica de las familias en Costa Rica.
Según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de EF, desde el 2007 en cada enero había un repunte en este indicador. Es un periodo que se caracterizaba por aumentar la confianza de manera significativa, incluso llegaba a resaltar por encima del promedio anual.
No obstante, el incremento en el mes pasado demostró que, en el 2013, ese impulso fue mínimo, similar al que que hubo en el 2010, justo después de la crisis económica mundial.

En años anteriores, los aumentos en enero sacaban al ICC del pesimismo y lo llevaban a la confianza, o bien, le daban una puntuación aún más alta si ya estaba en la zona positiva.
La puntuación de enero pasado fue de 4,6 puntos, apenas un decimal arriba de la que marcó en diciembre del 2012 (4,5).
El ICC lo elabora mensualmente la firma Unimer para EF mediante una encuesta telefónica a consumidores. Su resultado se expresa en valores de 0 a 10, donde más de 5 puntos indica que existe confianza.

Desde hace 24 meses, el indicador se mantiene con valores iguales o inferiores a 5, lo hace el periodo más prolongado de desconfianza desde que se lleva la medición. Pero, después de venir en una tendencia descendente, en setiembre del 2012, el ICC empezó a aumentar aunque de manera lenta, con una décima de punto por mes.
Menos fuerza y fragilidad
Valeria Lentini, directora regional de desarrollo de Unimer, confirmó que la tendencia del repunte en enero se mantiene en este año, pero ese incremento perdió fuerza con respecto a lo ocurrido a los últimos dos años.
Agregó que existe la posibilidad de que, en los meses recientes, influyera negativamente en las opiniones de los hogares las noticias conservadoras sobre el crecimiento económico y, por lo tanto, mermó la fuerza de la confianza.
A pesar del poco movimiento, Lentini ratificó que enero mantiene su categoría de mes estacional, es decir, se trata de un periodo cuando se espera un aumento proporcionalmente mayor a los demás.
Para el economista Luis Mesalles, la percepción para el desempeño económico del 2013 es más pesimista que el año pasado y eso pesa en las opiniones que externan las personas.
Dos de las razones que pueden estar detrás del pesimismo son la percepción de que la economía en general tendrá un menor crecimiento.
El otro motivo es que, aunque las tasas de interés están a la baja en semanas recientes, lo que crea un alivio al ingreso de los consumidores, las noticias recientes de topes a los crecimientos crediticios puede estar creando señales contradictoras y limitando el positivismo en las opiniones.
Un elemento adicional, dijo Mesalles, es que la inflación tenderá a incrementarse en comparación con el 2012, hecho que puede afectar la capacidad de los salarios.
El subgerente general de Banco Cathay, Hairo Rodríguez, adelantó que para los próximos meses el ICC caerá como resultado de los acontecimientos más recientes.
Para él, una limitación al crédito genera incertidumbre sobre dos aspectos, el comportamiento que tendrá el crédito bancario y la economía en general. Además, existirán dudas acerca de la capacidad que tengan las empresas para generar negocios.
La idea de la fragilidad en las economías es lo que está presente en las perspectivas de los consumidores. De esta manera lo resume Gabriela Vargas, economista del Banco Bansol.
Entre otros resultados del ICC, se observa que disminuyó el pesimismo de las familias respecto a su situación económica de hace un año y también aumentó el porcentaje de quienes esperan estar mejor dentro de 12 meses.
Aunque estos cambios no alteraron en gran medida al ICC, hacen que, en general, las condiciones familiares se mantengan similares a meses anteriores.
Según Mesalles, aunque las empresas reportaron ventas aceptables en el 2012, el ICC también incluye una parte de la población cuya confianza es volátil, probablemente porque está en el sector informal o tiene ingresos variables.