Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron 0,3% en agosto frente a julio, mientras que la tasa anualizada se redujo a 5,3%, según datos oficiales publicados el martes.
Los aumentos de la gasolina siguen siendo el principal impulsor del Índice de Precios al Consumidor (CPI, en inglés), pero al excluir los volátiles precios de la energía y los alimentos, el "núcleo" del CPI solo subió 0,1%, su menor aumento desde febrero, informó el Departamento de Trabajo.
En los últimos doce meses, el núcleo del CPI aumentó 4%, tres décimas por debajo respecto al salto anual en julio.
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La inflación fue menor de lo que esperaban los economistas, y el relajamiento de la presión sobre los precios da méritos al argumento de la Reserva Federal (banco central) de que los recientes saltos de inflación se deben a factores temporales que se evaporarán a medida que la mayor economía del planeta se recupera tras el golpe infligido por la pandemia del covid.
Los precios de los combustibles subieron a medida que los estadounidenses volvieron a viajar en auto y avión. Los precios de la gasolina subió 2,8% en agosto, el tercer incremento mensual, tras los ajustes por temporada.
Han subido 42,7% en el último año, según el informe.