Las personas suelen fijarse en unos detalles básicos en el momento de elegir dónde guardar su dinero. Claro, hablamos de inversionistas no sofisticados, quienes típicamente tienen asesores financieros y otros recursos para tomar decisiones de inversión.
Pero personas profesionales, que encabezan una micro o pequeña empresa, jubiladas o a punto de pensionarse, con algunas propiedades de alquiler o alguna herencia, suelen confiar en una entidad conocida o que alguien le recomendó, algún instrumento elemental de ahorro y variables como las tasas de interés y el plazo.
Podrían obtener mejores resultados y acrecentar su patrimonio, sin embargo, ampliando el espectro de sus posibilidades y opciones, aprovechando las alternativas que brinda el mercado. En este caso, es necesario -más allá de las características técnicas de los instrumentos- considerar al menos 10 factores.
En general, es requerido tener sentido común. ¿Cómo es que alguien con millones de colones los invierte todo a una misma entidad financiera?
Lo lógico es distribuirlos entre distintas entidades y distintos instrumentos y plazos. Y, por supuesto, fijarse dónde los está invirtiendo.
“Mucho de lo que ha pasado es por no fijarse en detalles”, dijo Belisa Tenorio, asesora en finanzas personales y fundadora de Alquimista Financiera.
El principio básico que se debe tener presente siempre es que todo ahorro e inversión implica un riesgo. Hay que fijarse quién está detrás de una entidad financiera, la regulación que existe, el cumplimiento, qué pasaría en caso de quiebra e incluso si hay denuncias.
“No es conveniente romantizar una entidad financiera ni las herramientas de inversión”, advirtió Juan Villalobos, asesor financiero de VR Consultorías. “Hemos visto caer entidades estatales, privadas, nacionales e internacionales”.
Ahorro vs inversión
Lo primero es entender que el ahorro consiste en un dinero que se aparta y se guarda con el propósito de tener un respaldo o colchón frente a cualquier eventualidad.
La inversión, en cambio, tiene como propósito incrementar el patrimonio, el capital y la riqueza de la persona.
Si la persona no cuenta con un patrimonio o capital, puede seguir una estrategia de ahorro para constituirlo o formarlo y luego pensar en estrategias de inversión para aumentarlo.
Para quienes tienen menor conocimiento y experiencia en el mundo financiero, lo conveniente es informarse y educarse en forma constante para saber qué ocurre en el mercado con las entidades y cuáles instrumentos o productos de inversión son apropiados a sus objetivos. No existe una respuesta absoluta a la pregunta de cuál es la mejor inversión.
Asimismo, puede y debe buscar asesoría profesional con una persona de confianza que tiene conocimiento, resultados demostrados y que le ayude a establecer una estrategia de inversión. “Que no sea un vendedor de humo”, advirtió Villalobos.
Para invertir
En todo caso, deberá considerar estos factores para invertir y hacer crecer su capital:
Objetivo financiero
Tenga definido cuáles son sus propósitos. Hay personas que buscan aumentar su plusvalía o patrimonio a largo plazo y otras que se plantean invertir un dinero y recibir dividendos o intereses en forma periódica cada mes porque necesitan ingresos en forma constante.
En el primer caso, serían personas jóvenes que desean invertir para diferentes etapas a futuro (como en el caso de una pensión complementaria) o padres y madres que desean tener recursos para la educación universitaria de sus hijos o hijas. En el segundo caso, estarían personas que están a punto de jubilarse.
Tolerancia al riesgo
Dependiendo de la edad, el conocimiento, la experiencia y de la personalidad, hay personas con alta, moderada o baja tolerancia al riesgo.
Si la persona tiene un perfil de alto riesgo, es probable que apueste por instrumentos de inversión de alta rentabilidad y que inviertan una parte en este tipo de herramientas. Pero incluso en estos casos no se recomienda invertir todo el capital.
La mayoría son de moderada tolerancia al riesgo y algunas tienen un perfil de mucha cautela: mujeres y personas adultas y adultas mayores. En cambio, los hombres y los jóvenes tienden más a las grandes apuestas.
La edad
Siguiendo con lo anterior, las personas jóvenes tienen perfiles de mayor riesgo en general, pues sus oportunidades para recuperarse son mayores. Lo contrario ocurre con las personas de mayor edad, que tienden a ser más conservadores.
Horizonte temporal
Una pregunta fundamental es cuándo se desea lograr el propósito establecido, si es a largo o a corto plazo. Pero un propósito a corto plazo no debe desembocar en una apuesta arriesgada, de alta rentabilidad, necesariamente. Sobre la mesa deberá considerar los diferentes factores.
Situación personal
No es lo mismo estar solo que tener pareja o familia, trabajar en una empresa o en una institución pública, ser profesional independiente o tener un negocio que ser un asalariado.
Antes de invertir se debe valorar los pro y los contra de la situación personal para definir una estrategia financiera.
Conocimiento y experiencia
A menor conocimiento y experiencia, menos riesgo y más diversificación. Las decisiones de inversión varían según el entendimiento del mercado financiero, de las entidades y de los instrumentos disponibles.
La regla general es no invertir en lo que no se conoce ni en lo que está de moda, se lo recomiendan como la “pomada canaria” o es puro humo.
Si desconoce qué es y cómo funcionan las criptomonedas, lo mejor es evitarlas, estudiar con paciencia y decidir después. Lo mismo si le dicen que invierta en la bolsa de valores de Nueva York o en fondos inmobiliarios.
Tiempo disponible
Un propietario de un apartamento solo tiene que acudir a la firma del contrato con su inquilino una vez al año y en algunos casos cada dos o tres años. Pero una persona que ofrece su apartamento en Airbnb de seguro tendrá que revisar cada vez que sale un usuario que lo alquiló temporalmente.
¿Cuál es el tiempo que usted dispone para estar al cuidado de su inversión? Hay inversiones que requieren más tiempo en análisis de mercados, de resultados financieros de la entidad y de los réditos de las herramientas de inversión disponibles.
Capital disponible
La capacidad de inversión depende del volumen del capital disponible. A mayor volumen, más oportunidades y herramientas financieras.
Si no se cuenta con capital suficiente, se recomienda definir una estrategia de ahorro hasta generar el patrimonio que permita implementar una estrategia de inversión.
Liquidez
Un factor a considerar es que el ahorro y la inversión le permita enfrentar los gastos diarios. También se requiere definir, según su perfil de inversionista, la disponibilidad de dinero: cuánto de forma inmediata, cuánto a corto y mediano plazo, y cuánto a largo plazo.
Hay personas que prefieren disponer de los recursos en el corto o mediano plazo y evitan inversiones a largo plazo para evitar penalizaciones.
Grado de complejidad
Hay herramientas o instrumentos financieros de alta complejidad (como las criptomonedas) que requieren mayor conocimiento.
“La persona debe definir hasta qué punto quiere complicarse la vida”, dijo Tenorio. “Debemos recordar que lo más simple suele funcionar mejor”.