Invertir por cuenta propia en activos como deuda estatal, acciones, fondos cotizados en bolsa (ETF) o criptomonedas puede ser complejo y, a veces, riesgoso. Pero en el mercado costarricense existen opciones que le permiten hacerlo con la guía de una entidad financiera: los fondos de inversión de crecimiento.
En total, en Costa Rica hay 35 fondos de este tipo registrados ante la Superintendencia General de Valores (Sugeval); los cuales están diseñados para personas y empresas que buscan invertir a mediano o largo plazo, con la expectativa de hacer crecer su capital.
Los fondos de crecimiento tienen composiciones muy diversas en sus portafolios y, por ende, su perfil de riesgo varía. Hay fondos más conservadores, que solo invierten en activos más seguros como la deuda pública de países confiables; pero también hay otros más atrevidos, que se mueven en el mercado de las acciones o hasta de las monedas digitales.
Los 35 fondos de crecimiento en el mercado costarricense acumulan activos por ¢167.871,7 millones hasta el tercer trimestre de este 2025. Además, suman 16.250 cuentas abiertas.
¿Cuáles son los 35 fondos de crecimiento en Costa Rica, cuáles son sus características y cuál ha sido su rendimiento en los últimos meses? EF le muestra los datos por si piensa invertir en ellos o por si ya lo hace.

Panorama general
A diferencia de otros vehículos financieros, los fondos de crecimiento permiten acceder a activos con potencial de apreciación como acciones, proyectos o, incluso, criptoactivos.
Los fondos son administrados por Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFI), las cuales toman el dinero de los inversionistas y lo gestionan colectivamente, con el fin de que cada participante logre redituar de ese trabajo con el paso del tiempo.
Este tipo de herramientas usualmente se asocian a inversionistas de largo y mediano plazo, justamente, porque sus ganancias dependen de la revalorización de los activos que administran las SAFI. Por ejemplo, los fondos que invierten en acciones o criptomonedas pueden experimentar grandes subidas y caídas de los precios de esos activos en espacios cortos de tiempo, pero usualmente se espera un crecimiento en el largo plazo.
Ese crecimiento es esperable más allá de las posibles —y muchas veces pronunciadas— fluctuaciones.
Fondos más rentables
Los fondos que suelen tener rendimientos más altos son los que invierten en activos en el extranjero y expuestos a mayores niveles de riesgo. Por ejemplo, ETF, acciones o criptoactivos.
La lista de mejores rendimientos en los últimos 12 meses la encabezan tres fondos relativamente nuevos, y que invierten principalmente en ETF. Ellos son el ETF Bitcoin (40,52%) y el ETF 500 (21,73%), de BN Fondos; así como el ImproGo (18,36%), de Improsa.
El Banco Nacional anunció sus nuevos fondos recién a inicios de este 2025, como “una oportunidad de inversión atractiva” y una forma de “motivar a las nuevas generaciones a convertirse en inversionistas”, en palabras del gerente general de BN Fondos, Pablo Montes de Oca.
Tanto el ETF Bitcoin como el ETF 500 se diseñaron para inversionistas que planean mantener sus recursos por al menos cinco años, diversificando su portafolio.
Improsa también lanzó ImproGo en la primera mitad del año y según Luis Diego Montero, gestor de los fondos de inversión financieros de Improsa SAFI, se dirige especialmente a inversionistas jóvenes que buscan invertir para concretar metas financieras a mediano y largo plazo.
Por debajo de esos tres fondos nuevos se sitúan otros que también invierten en activos extranjeros como ETF, y que llevan más tiempo en el mercado.
Puntualmente, hablamos de Renta Variable USA (15,9%), de BCT; Conexión (11,44%), de Vista Acobo; Millenium (11,65%), de BAC; Internacional Crece (9,76%), de BN; y Global (8,26%), de Multifondos.
Todos esos fondos invierten en activos que también suelen revalorizarse con el paso del tiempo. Por ejemplo, Conexión lo hace con ETF asociados al S&P 500.
El S&P 500 es uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos y reúne a las empresas con una mayor capitalización en la bolsa del país norteamericano, por lo que sus valores suelen crecer en el largo y mediano plazo, aunque enfrenten caídas ocasionales. En los últimos cinco años, el índice ha crecido un 88,08% (17,6% al año, en promedio), a pesar de sus altos y bajos desde el 2020.
Las SAFI usualmente buscan invertir en aquellas empresas y sectores con una mayor rentabilidad histórica; sin embargo, ninguna empresa ni sector está exento de caídas coyunturales o definitivas.
En ese sentido, el riesgo de invertir en estos instrumentos es superior que el de otras opciones con réditos usualmente menores, como los tradicionales certificados de depósito a plazo en la banca comercial (que sí ofrecen tasas fijas).
Los rendimientos de los fondos de inversión, como están ligados a los precios de activos, no garantizan comportamientos iguales o similares en el futuro. Esto ocurre porque los precios de los activos pueden experimentar caídas o subidas por cuestiones difíciles de prever, como crisis mundiales o nuevos descubrimientos tecnológicos.
El resto de los 35 fondos de inversión de crecimiento registraron rendimientos menores al 8% interanual hasta el tercer trimestre de este año y, en su mayoría, invierten en instrumentos menos riesgosos o locales.
Entre estos últimos hay algunos que tienen exposición a deuda del Estado costarricense o instrumentos del Banco Central (BCCR), que ofrecen ganancias menos elevadas pero más estables en el largo plazo.

Fondos cerrados y con mínimos
Si piensa invertir en fondos de crecimiento, debe tener en cuenta dos cuestiones principales: uno, que suelen tener requisitos de entrada y, dos, que todos son abiertos.
En cuanto a las barreras de entrada, los fondos de inversión suelen tener cifras mínimas de aportes iniciales y de inversiones periódicas.
Por ejemplo, en el ImproGo la barrera de entrada es de $1.000 (unos ¢500.000) y de $25 para aportes; mientras que en el Conexión, de Vista, el monto mínimo de inversión es $250 (unos ¢125.000) y de $25 para los aportes.
Por otra parte, los inversionistas en fondos abiertos pueden suscribir o redimir sus participaciones en cualquier momento, al valor calculado por la SAFI.
En otras palabras, son instrumentos de inversión con alto nivel de liquidez, pero cuya rentabilidad no está garantizada si sale en cualquier momento.
Lidia Araya, gerente de Carteras de Inversión del Grupo Financiero Mercado de Valores (a cargo de Multifondos), explicó que una de las principales ventajas de instrumentos como los que ofrece dicha entidad es que aportan diversificación a la cartera de los inversionistas y eso “es primordial en momentos como el actual, para lograr conservar el valor del patrimonio a lo largo del tiempo”.
“Los fondos de inversión de carteras internacionales”, señaló puntualmente, abren “la posibilidad de participar en los mercados financieros globales a un bajo costo” e “invertir en los diversos activos que allí se negocian, de diferentes países y regiones”.