La Reserva Federal (FED) estadounidense mantuvo sus tasas de referencia ultrabajas, tras la reunión de esta semana. Se consideró que los precios aumentarán más de lo esperado en 2021 pero de forma transitoria, por lo que los tipos de interés podrían subir hasta en 2023.
Los resultados más recientes de inflación sorprendieron a los estadounidenses, quienes vieron un aumento significativo en productos como autos, casas, gasolina, ropa, entre otros. Pese al aumento en la inflación, se esperaba que la FED mantuviera la política monetaria ante un posible aumento de precios temporal.
Los precios subieron 5% en mayo en comparación con el año pasado, según el índice IPC. Aunque el aumento es muy marcado, se debe en gran medida al efecto de comparación con los precios que habían bajado en la primavera de 2020.
La inflación debería colocarse en 3,4% este año contra 2,4% estimado en marzo, antes de estabilizarse cerca del objetivo de la institución de 2%, con 2,1% en 2022 y 2,2% en 2023.
Por ello, la FED apunta a un primer aumento de tasas en 2023. En tanto el crecimiento del PIB será de 7% este año frente al 6,5% estimado en marzo, con un pronóstico estable para el desempleo en 4,5%.
La entidad mantiene su tasa de referencia de política en cero a 0.25%, así se ha mantenido desde marzo del 2020.
Empleo y recuperación
Estados Unidos aún está lejos de haberse recuperado totalmente de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19 y de alcanzar el objetivo de empleo de la FED.
La tasa de desempleo bajó a 5,8%, pero sigue estando muy por encima del 3,5% registrado previo a la crisis. Además, todavía hay un déficit de 7,6 millones de puestos de trabajo con respecto a ese periodo.