Los miembros de la Junta Directiva del Banco Nacional (BN) que fueron destituidos por el gobierno de la República, el pasado mes de mayo, podrán regresar a sus cargos gracias a la resolución votada este 10 de octubre por la Sala Constitucional (Sala IV).
En su resolución 2025-033364, esta Sala resolvió los recursos de amparo acumulados que se interpusieron a favor de miembros de la Junta Directiva del BN contra la Presidencia de la República.
Se trata de Maricela Alpízar Chacón, José Manuel Arias Porras, Marvin Arias Aguilar y Rodolfo González Cuadra.
Ellos cuatro acudieron en amparo por haber sido destituidos de sus cargos, vulnerando sus derechos fundamentales, según consta en el expediente principal que se tramitó bajo el número 25-011348-0007-CO.

El tribunal a cargo declaró con lugar el recurso, por mayoría. Esto anula la resolución RES-PV-008-2025 firmada el 28 de mayo de 2025 por Stephan Lars Andreas Brunner Neibig, en su condición de vicepresidente de la República, en la cual se ordenaba separar a los anteriores directivos de sus cargos.
En consecuencia, “de inmediato se les restituye en el cargo de miembros de la junta directiva del Banco Nacional de Costa Rica, por el período dispuesto inicialmente por el Consejo de Gobierno”, ordena la resolución de la Sala.
El tribunal estuvo conformado por los magistrados Fernando Castillo Víquez (presidente), Fernando Cruz Castro (instructor), Paul Rueda Leal, Luis Fdo. Salazar Alvarado, Jorge Araya García, Anamari Garro Vargas e Ingrid Hess Herrera.
Tanto Castillo como Garro Vargas salvaron el voto y declararon sin lugar el recurso de amparo. La sentencia de la Sala IV está en redacción.
Destitución inusual
La destitución de la Junta Directiva del BN fue un desenlace del procedimiento administrativo liderado por Brunner, entonces vicepresidente, por el nombramiento de Rosaysella Ulloa Villalobos como gerente general del banco.
Tras la destitución se nombró a otra Junta Directiva designada por el gobierno, presidida por Maximiliano Alvarado Ramírez.
“Es una decisión que el pueblo de Costa Rica va a recibir con sorpresa”, anticipó el presidente de la República, Rodrigo Chaves, luego de juramentar a los nuevos directivos.
Las reacciones no se hicieron esperar, en especial porque el BN es el banco más grande de Costa Rica y es una entidad de importancia sistémica; es decir, por su tamaño. complejidad y grado de interconexión, las dificultades que sufra esta entidad pueden transmitir perturbaciones al sistema financiero y dañar la economía real.
Tanto por el fondo como por la forma en la que se produjo el cambio en la Junta Directiva, varios analistas consultados por El Financiero en aquel momento consideraron que la actuación del Poder Ejecutivo podía representar un retroceso en los esfuerzos que ha hecho Costa Rica para despolitizar el manejo de los bancos y mejorar el gobierno corporativo de las empresas públicas (EPE).
“Lo sucedido es una mala señal porque la gobernanza corporativa de las empresas de propiedad estatal es un factor clave para asegurar el cumplimiento de sus metas, tanto las metas comerciales como las de política pública. Dentro de las buenas prácticas de gobierno corporativo, se le da gran importancia al hecho de que estas entidades tengan consejos directivos que sean independientes del poder político, para evitar decisiones que puedan afectar su solvencia financiera y su sostenibilidad”, advirtió en aquel momento el economista José Luis Arce, exdirector del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
La Constitución Política establece que la competencia para nombrar y remover a los directores de las instituciones autónomas corresponde al Consejo de Gobierno.