Columna Empresas del Siglo XXI: El desahogo profesional
Escuchar
Por Roy Campos Retana
“Ella no trató de arreglar mi vida o de hacerme sentir mejor; solo escuchó y tuvo el coraje de compartir algunas de sus debilidades conmigo”. Esta fue la expresión de una mujer de alto perfil empresarial cuando llamó a una de sus hermanas porque no podía soportar más un sinsabor profesional.
El desahogo consiste en contar a una persona una situación que de antemano asume que comprenderá y que empatizará con ella. Considera que la persona que escucha será capaz de ponerse en sus pies, de forma que no la ridiculizará, ni tampoco la valorará desproporcionadamente. Expresiones tales como “a mí me sucedió algo similar…” y contar una historia personal afín, pueden ser un punto de conexión.
El desahogo no es simplemente contar en la mesa familiar una inquietud profesional. Para Brené Brown, escritora e investigadora, el desahogo tampoco consiste en querer quitar un sentimiento de culpa, ni restar importancia a algo que objetivamente la tiene. Dicho de otra manera, no se trata de una conversación emocionalmente cargada, sino de una conexión entre dos personas que se entienden de una manera especial.
Desahogo no es pretender que nos den la razón. De hecho, durante o después de una conversación de estas puede haber un proceso de “feedback”. La persona que escucha podría aconsejar, a corregir, a no dar la razón, a hacer ver mejores modos de actuar en ciertas circunstancias. Generar esa autoconsciencia no es tarea fácil, porque es animar y al mismo tiempo invitar a reflexionar: “comprendo tu punto, y quizá pudiste haber reaccionado de otra manera…”.
Es importante que quien se desahoga haya decidido libremente con quién hablar, porque eso predispone su capacidad de dialogar abiertamente. La voluntad de contar nuestras historias, sentir el dolor de los demás y mantenernos genuinamente conectados en este mundo acelerado no es algo que esté de moda. He aquí un reto para los profesionales de hoy día: aprender a escuchar y a desarrollar su fortaleza para hablar.
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