Desarrollo humano

Leer la mente, leer las intenciones

Columna Empresas del Siglo XXI

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Cada vez que damos una orden necesitamos que la persona a quien nos dirigimos lea nuestra mente. Para que esto sea posible, se requiere un esfuerzo en ambos sentidos. Quien hace la petición, puede facilitar las cosas indicando la intención que hay detrás; quien recibe la indicación, debe imaginar lo que realmente necesita quien la pide, de manera que pueda gestionar con independencia aquellos aspectos que no se explicaron.








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