El gobierno francés ha amenazado con prohibir el acceso de Shein al mercado nacional si se repiten incidentes como el descubierto a finales de octubre: la venta de muñecas sexuales con apariencia infantil en su plataforma.
El hallazgo ha desencadenado una investigación judicial en París y ha forzado a la compañía a anunciar una “prohibición total” de esta categoría de productos.
El escándalo estalló cuando la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude (DGCCRF) de Francia detectó los artículos, revelados inicialmente por el periódico Le Parisien.
Se trataba de muñecas de aproximadamente 80 centímetros, diseñadas para asemejar niñas pequeñas, que se comercializaban por unos 186-190 euros.
La naturaleza de los productos fue lo que activó las alarmas. Las descripciones los identificaban explícitamente como “muñecas sexuales” con “cuerpo erótico” y “genitales reales”. La DGCCRF calificó la categorización de los artículos como de “carácter pedopornográfico”.
“El anuncio es escalofriante”, declaró un portavoz de la agencia francesa, subrayando que la oferta “no procede de las profundidades de la dark net, sino de uno de los mayores sitios de comercio electrónico del mundo” y que los anuncios “incluso ya tenían comentarios de compradores”.

La reacción de las autoridades
La respuesta oficial fue inmediata. El sábado 1 de noviembre, la DGCCRF presentó una denuncia formal ante la justicia, remitiendo el caso a los fiscales de París. El Ministerio Público abrió una investigación judicial encomendada a su Oficina de Protección de Menores.
Las autoridades advirtieron que la legislación francesa castiga la difusión de contenido pedopornográfico con penas de hasta 7 años de prisión y multas de 100.000 euros. Además, se detectó que Shein carecía de salvaguardas adecuadas para impedir el acceso de menores a material pornográfico.
El lunes 3 de noviembre, la advertencia escaló al máximo nivel político. El ministro de Economía francés, Roland Lescure, fue tajante: “Quiero ser muy claro: si estos comportamientos se repiten, tendremos derecho a solicitar que se prohíba el acceso de la plataforma Shein al mercado francés”.
En la misma línea, Sarah El-Haïry, Alta Comisaria para la Infancia de Francia, describió las muñecas como “objetos pedocriminales sobre los que algunos depredadores se entrenan antes de pasar a actos sobre niños”, y expresó su deseo de identificar tanto a vendedores como a compradores.
La respuesta de Shein
Bajo intensa presión, Shein reaccionó el mismo lunes 3 de noviembre. La compañía anunció una “prohibición total de todos los productos tipo muñeca sexual” y confirmó la eliminación de todos los anuncios e imágenes relacionados.
Adicionalmente, la empresa suspendió temporalmente su categoría de “productos para adultos” para realizar una revisión exhaustiva.
Shein atribuyó el incidente a una “disfuncionalidad interna” y señaló que los productos fueron subidos por vendedores terceros en su plataforma. Donald Tang, presidente ejecutivo de Shein, declaró que “la lucha contra la explotación infantil no es negociable”.
La compañía aseguró que “colaborará al 100% con la justicia” y anunció la creación de una “fuerza de trabajo de integridad del mercado” (marketplace integrity taskforce) para reforzar el control sobre los vendedores.
Un contexto problemático
El escándalo surge en un momento crítico para la imagen de Shein en Francia. La plataforma se preparaba para inaugurar su primera tienda física permanente en el mundo este 5 de noviembre, en el prestigioso almacén BHV Marais en París.
Esta apertura ya enfrentaba una fuerte oposición local, con una petición en contra que superó las 100.000 firmas y provocó que varias marcas de lujo retiraran sus propios productos del almacén en señal de protesta.
Este tampoco es el primer conflicto de Shein con las autoridades galas. En 2025, la plataforma acumuló multas por un total de 191 millones de euros (220 millones de dólares) debido a diversas infracciones, incluyendo violaciones de privacidad, uso indebido de cookies, promociones falsas e información engañosa.
La investigación actual no se limita a Shein; las autoridades francesas han ampliado sus pesquisas para incluir a otras plataformas asiáticas como AliExpress, Temu y Wish, en un esfuerzo por combatir la venta de contenido ilegal similar.
