Los seguros de vida son una opción muy buscada por las personas y familias para garantizar su seguridad financiera y protegerse ante eventualidades.
Sin embargo, es necesario que las personas comprendan las distintas opciones y las formas que existen para maximizar sus beneficios.
El Financiero conversó con expertos de la aseguradora BMI sobre los principales consejos para sacarle el máximo provecho a esta herramienta. Tome nota de ellos, aquí.

Necesidades diferentes, seguros diferentes
De acuerdo con los especialistas, la primera recomendación es entender que las necesidades de cada familia son distintas y, por ello, lo mejor es solicitar orientación profesional antes de elegir una póliza.
Asimismo, la persona debe revisar su póliza con regularidad una vez que la haya adquirido, ya que esto puede ayudarle a ajustar la cobertura del seguro para que se acople a sus cambios y nuevas responsabilidades. Entre estas destacan el matrimonio, los hijos o incluso una hipoteca.
Estar pendiente de la cobertura también le permitirá actualizar información como los beneficiarios, mantener clara la data del seguro, evitar conflictos y asegurar que la protección llegue a quienes realmente importa, indicó BMI.
También es recomendable conocer en vida los beneficios de la póliza, ya que esto permitirá al usuario identificar si el seguro que adquirió le brinda acceso a parte del monto asegurado en situaciones específicas.
Esta opción le da, además, la posibilidad de evaluar coberturas adicionales —como incapacidad total, enfermedades graves o renta familiar— que pueden fortalecer su protección financiera.
Beneficio económico
En materia de beneficios económicos, aprovechar las facilidades de pago es una forma práctica de mantener siempre activa la protección de la familia.
En la actualidad existen planes flexibles que se adaptan a diferentes presupuestos, lo que permite conservar la cobertura sin afectar las finanzas personales.
En esa misma línea, contratar un seguro a temprana edad puede ser ventajoso para las personas jóvenes que suelen no tenerlo entre sus prioridades: mientras más joven y saludable se es, menor será el costo de la prima y mayor puede ser el beneficio a futuro.
Por su parte, las pólizas con ahorro o inversión también permiten protegerse mientras se construye patrimonio o se planifica la jubilación.
Finalmente, a medida que los ingresos y las responsabilidades aumentan, es recomendable considerar la ampliación de la cobertura, de manera que el seguro evolucione junto con las necesidades del asegurado.
Red de aliados de la aseguradora
Otro aspecto importante es conocer la red de aliados de la aseguradora.
Informarse sobre los convenios disponibles puede abrir el acceso a servicios de salud o asistencia con beneficios preferenciales. Además, participar en programas de bienestar no solo contribuye a mantener hábitos saludables, sino que también puede generar beneficios adicionales dentro de la póliza.
Los asesores de BMI enfatizaron en la importancia de comprender los procesos de reclamo, para que el usuario pueda actuar con tranquilidad en momentos de incertidumbre.
Por último, la recomendación final es verificar la solidez financiera de la aseguradora, pues “más allá de un contrato, el seguro debe verse como un plan integral para la familia, una herramienta que asegura estabilidad y bienestar a largo plazo”, explicaron los expertos.