El emprendimiento es una herramienta para generar crecimiento económico y empleo digno. No obstante, Costa Rica maneja deudas en el tema que van más allá de solo facilitar el acceso a dinero para ejecutar las ideas de negocio.
Los candidatos a la presidencia de la República, Carlos Alvarado y Fabricio Alvarado, parecen tener claro este panorama al incluir en sus planes de gobiernos diversas iniciativas para incentivar el surgir de más emprendedores.
Hasta el momento quienes desean emprender tienen a su alcance diferentes opciones que les brindan financiamiento y acompañamiento, entre ellos, el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) y el Programa Nacional de Apoyo a Microempresa (Pronamype).
Sin embargo, estos parecen ser insuficientes para que el emprendimiento costarricense alcance su punto alto. Existen pendientes como el mejoramiento de las capacidades y habilidades de los emprendedores –que se deberían desarrollar desde edades tempranas-, la facilitación de herramientas para descartar ideas y una mayor simplificación de trámites.
Todo esto sin descuidar el acceso a fondos para quienes tengan ideas de negocio.
Más allá del dinero
Uno de los elementos a los que se debe prestar mayor atención, según entidades públicas y privadas, es generar una cultura emprendedora que inicie desde edades tempranas.
“Es generar una cultura donde demos un salto a no solo visualizarnos como empleados sino como empresarios”, resaltó la ministra de Economía, Geaninna Dinarte.
Para la organización sin fines de lucro, Yo emprendedor, la educación en emprendimientos desde edades tempranas en el hogar y el sistema educativo, tiene un impacto que supera cualquier programa de capacitación, asesorías, creación de fondos de capital de riesgo y otros.
En este punto el candidato por el Partido Restauración Nacional (PRN), Fabricio Alvarado, plantea en su plan de gobierno la modificación de la educación cívica con el fin de convertirla en un eje de promoción de valores claves en el que se incluye el emprendimiento.
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Asimismo se expone la alternativa de transformar la educación diversificada con el fin de promover un modelo de formación técnica orientada hacia el mercado de trabajo, de tal manera que los jóvenes se gradúen con herramientas para el trabajo y el emprendimiento.
Por su parte Carlos Alvarado, candidato por el Partido Acción Ciudadana (PAC), buscará promover alianzas con las universidades públicas y privadas para que en las carreras universitarias donde se presentan mayores niveles de desempleo o sectores más saturados, se implementen mecanismos de formación con enfoque de emprendimiento.
Esto permitiría, según su plan de gobierno, que los egresados puedan optar por desarrollar sus propios negocios y no dependan únicamente de ser contratados como empleados.
Otra deuda con el emprendimiento en Costa Rica es la facilitación de herramientas y conocimientos que permitan a las personas descartar rápidamente ideas o modelos de negocios que no son factibles o escalables.
“Esto ayudaría a que los emprendedores dediquen más tiempo al estudio previo y no asuman altos costos de oportunidad, así como evitaría la replicación de productos y servicios con nula o escasa innovación”, explicó Emmanuel Gutiérrez, coordinador de proyectos de Yo emprendedor.
La ONG también plantea que es importante acelerar los procesos de formalización, así como la reducción de los costos que representan la carga social y la carga tributaria para emprendedores en etapas tempranas.
Este aspecto coincide la ministra de Economía, al asegurar que en esta administración se han simplificado más de 250 trámites, pero que aún hay camino por recorrer.
Sobre ese aspecto, el plan de gobierno del representante del PRN, se limita a decir que podrán énfasis en la reducción de trámites y burocracia para fomentar el emprendedurismo como mecanismo fundamental para el desarrollo económico y social del país.
Acceso a los recursos financieros
Costa Rica le ofrece a los emprendedores costarricenses varias vías, tanto privadas como públicas, para financiar sus ideas de negocio.
En el apartado público –desde donde trabajará el próximo mandatario de Costa Rica- se han promovido diversos programas como el SBD que colocó créditos por ¢422.970 millones desde que se creó en 2008 (datos a diciembre del 2017) o el Pronamype, una vía por la que se repartieron ¢2.954 millones en créditos durante el año pasado.
¿Qué prevén hacer los candidatos a la presidencia?
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El candidato oficialista plantea, entre otras medidas, la creación de un banco de fomento y solidaridad dentro del Sistema de Banca para el Desarrollo, y además, pone sobre la mesa la reducción de los costos operativos de los bancos estatales para lograr tasas de interés más bajas a favor de los emprendimientos y promover programas de capital ángel.
Del lado del PRN, citan que apoyarían un modelo de “banca de desarrollo” en el que el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) funcione como avalista fiduciario de los emprendedores, de tal manera que puedan desarrollar sus proyectos de negocios sin necesidad de aportar garantías reales a los bancos.
Las medidas pueden ser diferentes, pero ambos candidatos reconocieron de alguna manera en sus planes que existe una porción de la población costarricense que espera la asistencia adecuada para desarrollar su idea de negocio, y con ello –de ser exitoso– generar empleo y valor para las personas y el país.