El 2025 no está siendo un año sencillo para el turismo nacional. No solo en la mayoría de meses las estadísticas oficiales indican que menos turistas extranjeros están llegando en comparación con el 2024, sino que, paralelamente, en las últimas semanas varias aerolíneas han anunciado la suspensión de rutas directas a Costa Rica, las cuales, en algunos casos, fueron lanzadas apenas a principios del año.
La seguidilla de anuncios de suspensiones la inició Volaris, cuando a finales de agosto reveló que pondría en pausa la operación de la ruta entre San José y Tulum, en México, la cual había comenzado vuelos a principios de julio con cuatro frecuencias semanales. En ese momento, la compañía dijo que no descartaba que la ruta volviera más adelante, aunque como una operación estacional.
Semanas después vino una cadena de cancelaciones: Avianca puso fin a sus servicios desde el Juan Santamaría a San Juan (Puerto Rico) y a Managua, las cuales empezaron a funcionar en marzo y mayo, respectivamente. Durante octubre, también GOL Linhas Aéreas anunció que dejará de ofrecer la conexión entre San José y Sao Paulo tras un año en funcionamiento, mientras que Wingo le dijo adiós al servicio que tenía desde 2019 entre San José y Bogotá.
Estos anuncios no son hechos aislados, ya que desde 2022 algunas aerolíneas han modificado su red de conexiones, eliminando rutas desde y hacia Costa Rica, especialmente con ciudades latinoamericanas. Lo que actualmente llama la atención es la cantidad y la proximidad entre estos ajustes, además de que todas han sido desde la principal terminal aérea de Costa Rica.
¿Qué tan normal es esta situación, qué señales manda al mercado internacional en vísperas del inicio de la temporada alta del turismo y cuál es el sentir de los participantes de la industria? Lo analizamos.
Abrir una nueva ruta aérea es, sin duda, un proceso sumamente riguroso que exige a las aerolíneas realizar exhaustivos estudios de viabilidad y demanda. No obstante, en la estrategia del negocio de la aviación, se considera completamente normal y hasta necesario experimentar en el mercado. Las compañías entienden que la consolidación no es inmediata y que cada nuevo destino representa una inversión de riesgo. Por ello, al inaugurar una ruta, las aerolíneas suelen presupuestar y vaticinar pérdidas durante los primeros meses de operación.
Inclusive, es común ver anuncios de rutas que solo estarán disponibles por temporada —normalmente durante el invierno en el hemisferio norte—, ya que las aerolíneas emplean esta estrategia para maximizar la rentabilidad de su flota en periodos de alta demanda vacacional. Poner y quitar rutas por períodos es una táctica financiera inteligente que les permite inyectar capacidad en destinos muy solicitados durante picos específicos y retirarla cuando la demanda no justifica el costo del vuelo.
Para Fernando Naranjo, economista y exgerente general de Volaris, es normal que las aerolíneas experimenten con sus rutas, ya sea aumentando o disminuyendo frecuencias o incluso quitándolas de su oferta. Todo tiene que ver con la rentabilidad.
“No hay un valor fijo, pues depende mucho de la tarifa de cada aerolínea. Sin embargo, aproximadamente, para que una ruta sea rentable, tiene que tener una ocupación normalmente entre 75% y 80%. Menos de eso, posiblemente, dejará pérdidas. Una ocupación superior al 80% se convierte en una operación rentable”, explicó Naranjo.
En el caso de lo que está pasando en Costa Rica, el economista señala algunos puntos críticos que desde su óptica podrían estar permeando en la operación de las compañías aéreas. “El país se encareció mucho con la política económica que se ha seguido de una apreciación del tipo de cambio que supera el 20% y eso ha afectado a los pasajeros y también ha afectado definitivamente la rentabilidad de las aerolíneas”, agregó Naranjo.
En otras palabras, la cancelación de una ruta a corto plazo no siempre es sinónimo de fracaso total. Los expertos en aviación reconocen que, al inaugurar un nuevo destino, las aerolíneas suelen presupuestar pérdidas durante los primeros meses de operación. Este periodo inicial de “prueba y error” es visto como una inversión para consolidar el mercado y crear una base de clientes. No obstante, si una ruta madura, que lleva años operando, deja de ser rentable, la decisión de eliminarla se vuelve inminente, enviando una señal clara sobre los problemas de competitividad del destino.
Walfred Castro, director de Comunicación de Viva Aerobus, considera que es normal que las aerolíneas apliquen la prueba y error; además consideran que la mayoría de compañías mide la rentabilidad de dos maneras: qué tan llenos van los vuelos y qué tantos ingresos obtienen por trayecto, porque no solo son las tarifas, también cuentan los extras a bordo.
De acuerdo con las autoridades turísticas del país, las decisiones de las aerolíneas se deben a la estrategia propia de cada marca, reacomodo de flotilla y temas propiamente de competencia entre empresas. También reiteraron que Costa Rica sigue siendo un destino sólido para las compañías aéreas.
En palabras de Hermes Navarro, jefe de Conectividad del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), otro factor importante en este momento es que hay una fuerte competencia turística entre los países para atraer viajeros. “No es que el destino tenga algún problema, sino que simplemente las aerolíneas tienen sus propios movimientos de flotilla”, comentó Navarro.

Expectativas de recuperación para el cierre del año
Durante el primer semestre del 2025, ingresaron por la vía aérea 1.489.008 turistas, según información del ICT, lo que representa una disminución del 2,8% en comparación con el mismo período del año anterior. Hacia el final del año, la máxima autoridad del sector turístico prevé un crecimiento cercano al 1,7%, amparado en la llegada de nuevas rutas aéreas, el inicio de la temporada alta y la promoción del país en el exterior.
Así como ha habido cancelaciones, el último trimestre del año también traerá nuevas conexiones sin escalas desde el Juan Santamaría y el Daniel Oduber, principalmente a mercados norteamericanos. Incluso, una nueva aerolínea empezará a volar hacia Costa Rica desde Liberia.
En diciembre, Porter Airlines conectará Liberia con Ottawa y Toronto, en Canadá. La ruta de Toronto operará del 4 de diciembre al 5 de marzo de 2026, los martes, jueves y domingos; mientras que la de Ottawa iniciará el 13 de diciembre y finalizará el 7 de marzo de 2026, con vuelos los miércoles y sábados.
A través de la compañía Westjet, operarán dos rutas aéreas provenientes de los aeropuertos canadienses de Vancouver (cada viernes) y Winnipeg (cada sábado) en Canadá también hacia Guanacaste. Los vuelos estarán disponibles a partir del 12 de diciembre y se extenderán hasta el 25 de abril de 2026.
Por último, también desde Liberia, la compañía Delta ofrecerá la conexión entre ese aeropuerto y la ciudad de Detroit, cada sábado a partir del 20 de diciembre, durante la temporada alta.
Por su parte, desde el Juan Santamaría también se estrenarán tres nuevos servicios antes de que acabe el año. A finales de octubre, la línea mexicana Viva Aerobús empezará con la conexión entre San José y Monterrey, la cual operará de forma permanente dos veces por semana.
También American Airlines ampliará sus operaciones en Costa Rica este año, añadiendo una ruta al Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago. La ruta se inaugurará el 3 de noviembre de 2025 y operará diariamente hasta el 6 de abril de 2026.

Volaris también pondrá en marcha su operación entre San José y Tegucigalpa en Honduras, la cual tendrá cuatro frecuencias semanales: lunes, miércoles, viernes y domingo a partir del 1.° de diciembre. Según la aerolínea esta ruta ayudará a fortalecer la conexión entre mercados centroamericanos, para viajes familiares, de ocio o de negocios.