Se cuenta que el prestigioso escritor Oscar Wilde dijo alguna vez que solo hay una cosa peor a estar en la boca de todos y eso es no estar en la boca de nadie. Si la interpretación de esa frase la hace una empresa cuya principal meta es aumentar ventas y estar presente en la mente de los consumidores, pues entonces efectivamente lo más negativo que le puede suceder es que nadie hable de ella.
Claro está que es mucho mejor si se está en boca de todos en términos positivos, por un logro digno de resaltar o por alguna acción ejemplar. Eso le sucedió a una pequeña empresa de San Ramón de Alajuela al inicio del 2025: logró estar en titulares de la prensa y en conversaciones ocasionales.
Se trata del Super Mario, un pequeño abastecedor de 133 metros cuadrados ubicado en la esquina de Calle 2 y Avenida 7 de esa ciudad. Su notoriedad llegó casi que por casualidad, pues en el 2024 hicieron el proceso de actualización del registro de marca en el que la firma japonesa Nintendo se opuso.
Nintendo, que es propietaria del videojuego Super Mario, se opuso a ese registro, pero al final le fue permitido al abastecedor por tratarse de negocios o clases diferentes, tal y como se define en esa materia.
Así fue como la noticia llegó a estar en boca de muchas personas: una pequeña empresa le ganó un pulso legal a un gigante tecnológico, propietaria de un personaje del cual se hacen hasta películas.
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En pocos días el tema escaló y medios de comunicación de otros países divulgaron en sus páginas la peculiar noticia, algo que también hicieron sitios dedicados a escribir sobre videojuegos, porque era claro que una de las partes en esta historia era la casa fabricante de consolas y dueña del plomero de origen italiano.
Sin embargo, la notoriedad que alcanzó Super Mario se disipó con las semanas que han pasado desde entonces. Se llegó a la temida situación, que señalaba Wilde, de que ya “nadie” habla del tema.
¿Qué ha pasado desde entonces?
Super Mario sigue en la misma esquina y con las mismas condiciones. Su administrador, Carlos Alfaro, reconoce que el boom causado por el tema de la marca prácticamente desapareció, aunque algunas personas aún le comentan sobre el caso cuando los atiende. Aunque eso pasa a diario, lo hacen personas que llegan al local para hacer sus compras y no porque estén pensando en que fue el negocio que le ganó a Nintendo el reclamo legal.
Para Alfaro, la fama que les produjo el caso legal ya se disipó, pese a que se difundió incluso fuera de Costa Rica. Los clientes nuevos que logra atraer es por la promoción que él mismo hace en las redes sociales del negocio, especialmente en Facebook y en TikTok.

Precisamente, el aumento en la cantidad de seguidores y una mayor exposición son parte de los réditos que le dejó el tema legal de la marca, plataformas con una mayor cantidad de personas en donde anunciar las ofertas o las novedades que ofrece en su local.
Desde el 2014 Alfaro había dado mayor protagonismo a la promoción del negocio y la creación de contenido en las redes con ingenio y productos que fueran muy atractivos, pero al salir en las noticias a inicios de este año hubo un impulso.
Alfaro aseguró que ganaron reconocimiento por parte del público, pues las personas que no eran de San Ramón los identificaban. “Me he esforzado en que posterior a ese caso no se nos recuerde solo por eso, porque son 53 años. (...) A esta situación en particular le saqué el provecho que siento le pude sacar, pero a partir de acá he tratado de que la gente se enganche con nuestra marca”.
La estrategia de ventas solo se reforzó, pues ya desde antes se concentraba en tener entre su oferta cosas que se consiguieran en pocos lugares. Y es evidente. En Super Mario, pese al reducido espacio que tiene, la variedad de artículos llama la atención.
Sus góndolas emulan un tramo del Mercado Central, solo que con cuatro pasillos que se recorren en pocos pasos. Además de los abarrotes usuales o artículos de primera necesidad, es posible ver linternas, lámparas de canfín, ollas tamaleras y cafeteras de aluminio.
¿Las ventas subieron por la defensa de la marca? Alfaro afirma que por suerte el ritmo de ventas ha subido en los últimos tres años y que se ha mantenido en el 2025. Reconoce que el episodio legal logró conversiones a ventas, pero lo explica por la mayor exposición o la identificación de las personas.
Precisamente la conversión a ventas por algún episodio público de una marca no es algo que suceda con facilidad y los casos a veces pueden ir en contra.
Gustavo Vargas, consultor especialista en comercialización y profesor del programa de maestría de Administración de Empresas del TEC, considera que este tipo eventos efectivamente hacen que la marca o la empresa sea recordada, pero tampoco llegan a inclinar la decisión de compra de los consumidores.
Para Vargas, para sacar provecho de este tipo de situaciones es necesario que se implementen acciones, novedades o estrategias paralelas a la mayor difusión (awareness) que ocurre en el momento en que se difunde la noticia.
Se trata entonces de hacer algo más mientras se está en boca de todos, así es como se obtendría un mayor beneficio y no solo del que hablaba Wilde de generar conversación entre las personas.

¿Qué le falta al Super Mario?
No hay que hacer un estudio para darse cuenta de que a este minisuper lo que le falta es espacio. Caminar es a veces complicado dentro de la tienda y se dificulta más en la entrada, justo donde están sus dos cajas que se vuelven insuficientes cuando se acumulan unas cuatro personas esperando.
Alfaro, quien hace de todo para la empresa, también tiene que encargarse de alguna de las cajas con regularidad. A como puede atender a un proveedor, al siguiente minuto está detrás del mostrador aceptando el pago de una clienta.
La ampliación es uno de planes de Alfaro y su familia. Esperan poder hacerla entre el 2026 y el 2027 en un terreno que está al lado del establecimiento. Quieren agregar más metros cuadrados y facilidades para los consumidores, pues saben que lo importante ahora es que el consumidor tenga una excelente experiencia de compra.
Por ahora, el administrador de Super Mario sabe que no puede dar la mejor experiencia a sus clientes, pues por las condiciones actuales le es imposible dar el servicio que quiere y que consiste en atender con más detalle a las personas, tal y como si fuera una pulpería donde la atención era personalizada y se conocía el nombre de los clientes.
Parte de dar experiencia al cliente, afirma Alfaro, consiste en ofrecer algunos productos que no se consiguen tan fácilmente, como los artículos de antaño. “Acá en la zona hay un dicho clásico: lo que no hay, tiene que estar en Super Mario” afirmó Alfaro.
Los propietarios tienen claro los pasos a seguir: mejorar la comodidad para los clientes, seguir con más exposición de la marca y ofertas (que sigan hablando del Super Mario), brindar una buena experiencia al consumidor y reforzar la parte del contacto con las personas.
Según Vargas, la lucha por los consumidores es intensa en este momento. Para este caso, donde una marca obtuvo un periodo de fama y notoriedad, es importante que haya desarrollado de manera paralela acciones orientadas a mejorar la experiencia, la relación con el precio pagado, disponibilidad de productos, el trato o la innovación.
“Me parece que lo que deben hacer es apoyarse en el recuerdo del incidente, lograr incorporar nuevos elementos para catapultar el concepto y, sobre todo, la decisión de compra” agregó Vargas.
Ahora pocas personas hablan del Super Mario tal y como pasaba al inicio del 2025. El negocio trató de hacer su tarea y sacar beneficio de esa notoriedad para capitalizarlo de manera en que las personas, incluso adolescentes, sepan cuál es esa marca y por qué tiene cierta fama.