El informe GBD revela una mayor esperanza de vida global tras la pandemia, pero alerta sobre nuevas amenazas como la salud mental, la violencia en jóvenes y los efectos del cambio climático.
El informe mundial sobre la Carga Global de la Enfermedad (GBD por sus siglas en inglés), cuantifica la pérdida de salud y la mortalidad por enfermedades, lesiones y factores de riesgo por edad, sexo y lugar, de más de 200 países. El último informe publicado este mes, destaca que la esperanza de vida de la humanidad ya supera los niveles prepandemia con un promedio de 76,3 años para las mujeres y 71,5 para los hombres, más de 23 años adicionales de vida del promedio que teníamos a mediados del siglo XX.
Fuertes reducciones en la mortalidad por enfermedades transmisibles (por mejores esquemas de vacunación e intervenciones en salud de la cooperación internacional en regiones con altos niveles históricos, entre otros), contribuyeron a la mayor esperanza de vida global. Las mejoras en enfermedades crónicas (cardiacas y cáncer) son más modestas, particularmente en regiones en transición epidemiológica y con limitados accesos a servicios de salud. Covid-19 pasó de ocupar el primer lugar durante la pandemia, al puesto 20 como causa de muerte global.
Sin embargo, las mejoras siguen siendo disparejas entre regiones y grupos de edad, y hay importantes retrocesos. Algunos datos relevantes: aumenta la mortalidad entre las personas jóvenes de Norteamérica, las causas son el suicidio, lesiones por violencia, alcoholismo y drogas, asociadas a factores económicos, sociales y psicológicos, los autores le llaman muertes por “desesperación”. En Europa Oriental hay incrementos en grupos aún más jóvenes (15 a 19 años) como resultado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y estimaciones para la población Palestina dan una pérdida global de 30 años de vida durante el primer año de la guerra. Eventos como los aumentos en la temperatura ambiental también golpearon diferentes regiones.
Los datos señalan nuevos retos en diversos campos: salud mental, cambio climático, violencia social y desigualdades, esto sin debilitar los esfuerzos en las principales causas globales (enfermedades transmisibles y crónicas). Preocupan los efectos de nuevas políticas, como la de Trump de reducir múltiples programas internacionales de salud en regiones críticas, así como la inversión en investigación científica, necesaria para mejorar los tratamientos y programas de prevención.
Los resultados también ilustran la interconectividad de toda la humanidad, entre sí y con el ambiente, y nos alertan del gran impacto que están teniendo los cambios sociales, económicos y tecnológicos, especialmente en las nuevas generaciones. Triste herencia de una generación que disfrutó tiempos mejores.
Columna Enfoques | El Financiero | Leda Muñoz, doctora en Nutrición Infantil y Epidemiología; catedrática de la UCR
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Leda Muñoz es catedrática de la Universidad de Costa Rica, exvicerrectora de Acción Social, investigadora en nutrición y desarrollo infantil; coordinadora del Informe Estado de la Nación y exdirectora de la Fundación Omar Dengo. Ph.D. en nutrición infantil y epidemiología.
Leda Muñoz es catedrática de la Universidad de Costa Rica y cuenta con más de 35 publicaciones científicas y académicas. Es exdirectora ejecutiva de la Fundación Omar Dengo.
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