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Aunque trabajó desde muy joven en el comercio, inicialmente en una tienda familiar, doña Cecilia Quesada logró abrirse un espacio a través del Bazar Cecilia, hoy Cecilia Moda Infantil, y con el que celebró 50 años de trabajo en pleno centro de Heredia.
Especializada en ropa para niños, su objetivo desde siempre ha sido ofrecer productos que comúnmente no hay en tiendas similares y ahora da pasos hacia la digitalización.
Es así como realizan ya envíos a todo el país, tienen una página en Facebook a través de la cual muestran sus productos y tienen en proceso el lanzamiento de su sitio web.
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Los inicios de este negocio familiar, se remontan a la década de los años 60 cuando doña Cecilia comenzó trabajando con su hermano en un bazar de su propiedad y donde ella aprendió las bases del comercio. Posteriormente, por consejo familiar, se lanzó a tener un local propio.
"El primer local que alquilé valía ¢250 por mes y aunque tenía miedo de lanzarme sola ya conocía almacenes donde mi hermano mayor compraba y yo tenía el contacto"cuenta doña Cecilia. "Muy emocionada con el local, y como no tenía mobiliario, me pagué a hacer una gavetita que sirviera de caja de registradora".
Ese primer local estuvo ubicado cerca del mercado municipal, donde transcurrieron los primeros ocho años de vida del negocio. Posteriormente se trasladaron a otro local, cerca del mismo mercado, donde se mantuvo durante 29 años.
Durante todo ese tiempo la oferta fue creciendo y llenándose de posibilidades: ropa de hombre, de mujer, de niñas y niños componían la propuesta.
El tiempo también fue pasando para la propietaria, quien contrajo matrimonio y tuvo hijos. Ellos también, poco a poco, fueron integrándose a la dinámica del negocio.
Cambios y crecimiento
Nuevamente tuvo que enfrentarse doña Cecilia a cambiar de local, luego de haber creado su punto y tener cautiva su clientela, pues el edificio donde estaban sería remodelado.
Previamente, la familia se había impuesto como meta la compra de un terreno ubicado cerca de El Fortín, en el centro de Heredia. Una propiedad que inicialmente perteneció a Luis Enrique González Flores.
Para adquirir el terreno vendieron el carro y sacaron todos los ahorros.
"Quedé debiendo un saldo de más de ¢200.000 para pagar en un año más los intereses. Con miedo y mucho esfuerzo logramos cancelarlo y, aunque muchos nos lo ofrecieron comprar, no lo vendimos", dijo Quesada.
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Sus hijos fueron creciendo, convirtiéndose en profesionales y, llegado el momento, se incorporaron de diversas formas al negocio, especialmente en el momento de iniciar la construcción del lote que habían adquirido.
Roy Ramírez había estudiado arquitectura y realizó el diseño del inmueble, que hoy se llama Edificio Cecilia. Su hermano Esteban, que es ingeniero en sistemas, desarrolló la plataforma para manejar inventarios y cuentas en las tiendas.
Kattia Ramírez fue quien tuvo la idea de poner una zapatería y doña Cecilia la apoyó para que fuera parte del negocio, mientras su hermana Francine se encarga de la administración del edificio y los temas relacionados con los recursos humanos.
Y finalmente Marlen Ramirez, que vive fuera del país, es quien se encarga de la compra de ropa en el extranjero.
Ahí llegaron hace 13 años para comenzar esta nueva etapa comercial. El edificio con cinco locales dedica dos de ellos al negocio de doña Cecilia.
"Cuando me trasladé para acá terminé de especializarme en la ropa de niños. Desde recién nacidos hasta juvenil, una idea que adopté gracias a la insistencia de mis hijas. Ahora y también a causa de su empeño trabajamos en modernizar el negocio y ya podemos hacer envíos a todo el país", explicó doña Cecilia.
