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Usted está a punto de lanzar su producto y llama a familiares y conocidos para ver qué les parece. Todos le dan una opinión positiva y le alientan a seguir adelante. Pero este es más bien el momento de tener cuidado.
“La información que ellos le brindan significa que el producto no es un fracaso total, pero no es suficiente”, advierte con Brian Ballan, fundador de A&B American Style.
Lo mismo pasa cuando su empresa ya está desarrollada y reúne a su planilla, proveedores, socios, aliados y clientes para obtener datos sobre las fortalezas y las debilidades.
Para que la retroalimentación sea efectiva, tanto en el arranque de su empresa como cuando ya está operando, se sugiere que Usted no se complazca con los ánimos que le dan:
Pida retroalimentación negativa, anónima y observe. Asegúrese de obtener información específica y concreta de lo bueno y de lo malo. Aunque todos estén más preocupados por herir sus sentimientos, ayúdelos a que expresen sus críticas y promueva que le brinden sus opiniones y calificaciones de forma anónima, garantizando la confidencialidad en todos los casos. Si es en una reunión, observe el lenguaje corporal y los gestos.
Haga una prueba de ventas. ¿Aceptarán los clientes potenciales su producto? Intente vendérselo a algunos clientes y haga ensayos con diferentes precios para determinar su reacción. Observe, pregunte y escuche. Vaya más allá: busque clientes tanto de su mercado meta como de otros mercados y obtengan sus reacciones, siempre pidiendo que digan lo bueno y lo malo.
Escuche. Invítelos a brindar sus puntos de vista y hágale saber que está dispuesto a recibir una visión equilibrada, no solo lo positivo. No interrumpa, ni muestre su expresión y tampoco diga nada si no está de acuerdo o no le gusta lo que le están diciendo. Convierta la retroalimentación en una conversación de coaching y donde se puedan ver problemas o partes del problema que probablemente antes no había visto.
Pregunte cómo debería ser y qué hacer. No se enfoque en la actitud ni en las aptitudes de los demás, ya que puede encontrarse en un callejón sin salida donde se personalicen las opiniones y las críticas se conviertan en ataques personales. Concéntrese en cómo debería ser y qué piensan los demás qué debe hacerse. Asegúrese que todos entienden que el propósito de la retroalimentación es constructivo y no personal. Promueva las opiniones sobre las causas e incentive que le den sugerencias sobre cómo mejorar.
Establezca un plan. Ninguna retroalimentación se debe quedar en el papel. Defina y programe acciones para ejecutar las soluciones detectadas. Dele seguimiento al cumplimiento de estas acciones, pues los cambios no son fáciles y siempre requieren monitoreo. Realice ajustes pertinentes y realice actividades de retroalimentación sobre los cambios, para determinar si están directamente relacionadas con las críticas y sugerencias que le realizaron.
Cuide los detalles: comprométase. Hay detalles que pueden hacer fracasar el mejor esfuerzo de retroalimentación en 360 grados: no involucrarse directamente y restarle importancia a las contribuciones de sus socios, proveedores, clientes y empleados. Por lo tanto, en todo esfuerzo de retroalimentación –ya sea antes de iniciar su empresa o para mejorar lo que está haciendo- debe comprometerse con el esfuerzo, agradecer y pensar real y sinceramente en las observaciones, e involucrarse de lleno con su adopción.