Los inicios de un proyecto generan ilusión, expectativas de crecimiento y ganancias, un futuro compartido entre dos que se asocian tras un mismo objetivo. Pero las relaciones entre dos socios que inician un negocio no siempre resultan satisfactorias y al cabo de un tiempo muchos deciden separarse.
Una separación empresarial se convierte en algo tan delicado como un divorcio. De ahi que es fundamental tomar previsiones desde el inicio de la sociedad o bien, implementarlas en el momento en que la ruptura de la relación de negocios. La forma en que se maneje la situación puede hacer la diferencia entre una separación amistosa, donde el negocio se conduce en busca de el menor daño, y un divorcio complicado, en el que se puede llegar a perder dinero, clientes, recursos u otros activos clave.
Existen dos formas de abordar la crisis según el Director Outsorcing de Deloitte, Otto Stecher: una de ellas es lo que debe hacerse desde un inicio de una relación de negocios y la otra forma es lo que se hace cuando no se hacen las cosas bien desde un inicio.
"Para evitar problemas en el rompimiento de una sociedad en un negocio, es fundamental nunca dejar nada al 'aire'. Es decir, todo debe ponerse por escrito. Debe documentarse el acuerdo y cada parte debe tener su participación debidamente legalizada por un abogado. 'En el mundo de los negocios no existen los amigos'. Este principio si lo respetaran los empresarios se evitarían muchos malos entendidos y problemas posteriores", explica Sttecher.
"Las relaciones de amistad enturbian el juicio y la toma de decisiones. Entre más amigos son el rompimiento será mas severo. Si se va a establecer una empresa con un amigo, o un familiar, debe escribirse un código de conducta", agrega el consultor.
Las complicaciones pueden agravarse si desde un inicio si no hay claridad en los acuerdos. "Lo primero es que afloran las emociones y se vuelve violento el proceso. En estas circunstancias lo mejor es establecer un arbitraje. Una persona ajena a ambas partes para que ayude en el proceso de negociación. La realidad es que cada socio va a decir que puso todo de su parte y que tiene derechos sobre el mismo. Este supuesto hace que la separación no sea sencilla", señala Sttecher.
Se dice que la mejor forma de preparar una separación es cuando apenas se pone en marcha el proyecto, pero los socios pocas veces piensan en eso, dado el entusiamo por iniciar.
"Esta afirmación es cierta, pues en una fase inicial, los esfuerzos de los socios son muy similares. Cuando el negocio ya entra en una fase mas madura y se empiezan a ver los frutos, por ejemplo, clientes, facturación, el nombre de la empresa se visualiza en el mercado y sobre todo utilidades la separación se vuelve difícil".
Hay que tener en cuenta también qué ocurre después de la división del negocio. ¿Se necesitarán más empleados, o iniciar rápidamente la búsqueda de nuevos clientes?. Antes de terminar la relación con un socio, también hay que asegurarse de tener acceso a información clave, como la cuenta bancaria de la empresa y las contraseñas de Internet. También es importante revisar que cualquier propiedad intelectual de importancia para el negocio esté a nombre de la empresa y no de la persona.
"No hay que olvidar también que es importante incluir un tercero cuando las relaciones interpersonales entre ambas partes entran en un punto de conflicto. Este árbitro puede ser cualquier persona que tenga las habilidades de negociación. Tiene que ser independiente es decir, no tener intereses con ninguna de las partes. No necesariamente debe ser un abogado, aunque al final todas las decisiones girarán alrededor de temas legales", concluye Sttecher.