La nueva ministra de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, Gisela Kopper, quiere que las tres áreas que componen esta cartera trabajen de manera más integral.
En una entrevista con este semanario, dos días antes del traspaso de poderes, Kopper advirtió que aún es temprano para hablar del plan de trabajo, pero dijo tener claro al menos tres puntos.
Esta tecnóloga de alimentos pretende protagonizar un papel más fuerte en el sector de telecomunicaciones. Ella quiere optimizar la relación entre ciencia, tecnología y telecomunicaciones para mejorar la calidad de vida de la gente y la productividad en las empresas. Además, quiere que su ministerio, que es pequeño en tamaño y presupuesto, tenga fuerte impacto en esta administración.
“La ciencia, la tecnología y las telecomunicaciones debemos unirlas y asegurar que estén siempre al servicio de la población”, expresó la nueva jerarca.
“Hay que proyectarse más a la comunidad, pero no por la gana de proyectarse, sino buscando espacio de soluciones”, añadió.
Para ello, planea impulsar la transferencia de conocimiento desde otros países, para aplicar soluciones tecnológicas a Costa Rica que impulsen campos como la agricultura.
Kopper, de ascendencia alemana, ha sido directora del Centro Nacional de Tecnología Alimentaria (CITA) de la Universidad de Costa Rica, consultora de industrias en Uruguay para temas de innovación y tecnología, así como analista de asuntos regulatorios para la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
También ha fungido como profesora e investigadora de la UCR, la Universidad Earth y la Universidad Católica de Uruguay. La nueva ministra cuenta con una maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad Estatal de Iowa. También es licenciada en Ingeniería de Alimentos por la UCR.
Un sector clave
“No usaré tenis, calzaré botas de hule para caminar, como nos ordenó el presidente Luis Guillermo Solís”, comentó Kopper cuando se le consultó qué tan cerca estará de los sectores.
Kopper heredó un ministerio que ya superó el proceso de integración administrativa con el sector de telecomunicaciones. Hoy su tarea es consolidar esta soldadura y generar y aplicar política pública para hacer madurar la competencia en el mercado de telecomunicaciones.
Para ella, el tema será asegurar calidad y cobertura de los servicios a toda la población, sin importar el lugar donde se viva, ya sea zona rural o la Gran Área Metropolitana (GAM).
“Me imagino servicios en todo el país. Que no existan regiones donde no entra (la señal) y que haya servicios de todo tipo. Que tengamos no solo a las grandes operadoras, sino que lo distribuyamos en cooperativas, grupos comunitarios. Quién lo dé (el servicio) no importa”, destacó.
La labor de la ministra también incluye responder a una industria que ha clamado por un jerarca con el que se sientan representada.
Kopper afirma que así será. Promete tener una oficina en el Viceministerio de Telecomunicaciones y laborar desde allí “al menos” una vez al mes.
Empero, para ella la señal de compromiso más fuerte, para operadores y proveedores de servicios, es el nombramiento de Allan Ruiz como viceministro de Telecomunicaciones.
Ruiz fungió en la administración anterior como director de Espectro Radioeléctrico y Redes de Telecomunicaciones.
El espectro es un recurso natural propiedad del Estado que toma relevancia con la apertura del mercado de telecomunicaciones.
Se trata de la carretera por donde transitan las señales de servicios como la telefonía celular (Internet móvil), la televisión y la radio.
“Allan viene del Micitt, conoce del sector y conoce la parte técnica”, comentó Kopper, quien afirmó que los temas vinculados con el espectro radioeléctrico tendrán un lugar prioritario en la agenda del Ministerio.
El nombramiento de este ingeniero eléctrico, con una maestría en telecomunicaciones, promete dar continuidad, y evitar la curva de aprendizaje, del proceso para ordenar y administrar de manera eficiente el espectro radioeléctrico. Esta es una orden de la Contraloría General de la República.
Ruiz deberá continuar el proceso para pasar a la televisión digital y cumplir con el apagón de la analógica en el 2017. Esto implica liberar la banda de 700 MHz que hoy ocupan las televisoras para transmitir su señal.
Un proceso similar de “limpieza” deberá ejecutar en la banda de 900 MHz. Hoy día, 139 empresas de radio usan este espacio para sus radioenlaces; es decir, la comunicación que se establece desde los estudios de grabación hasta el volcán Irazú.
Este gobierno también deberá definir si realiza o no una segunda licitación del espectro radioeléctrico y las condiciones que tendrá la eventual subasta.
La nueva ministra del Micitt empezó a empaparse del tema la semana pasada, cuando se reunión con su antecesor, Alejandro Cruz, y el exviceministro de Telecomunicaciones, Rowland Espinoza. Empero, Kopper fue enfática al decir que la definición de la hoja de ruta pasará primero por la revisión del estado de situación.