Si Usted es de los consumidores que gustan del buen cine, buena televisión o simplemente elegir lo que quiere ver, puede recurrir a los servicios de video streaming.
Los usuarios más avanzados disfrutan al máximo esta alternativa para ver películas, series, documentales y videos de música por Internet. Si apenas está pensando en iniciarse puede probar las opciones existentes.
En todos los casos es recomendable tener una buena conexión a Internet y al menos un dispositivo para extender la señal wifi si el módem wifi queda tan lejos que ni el celular la pesca.
Opción 1. La computadora
Probamos la computadora o PC, ya sea de escritorio o portátil. Acá es muy sencillo, pues solo hay que buscar las opciones de contenido, tanto canales locales como externos y diversos servicios gratuitos (YouTube) o de paga (Netflix).
Puede ver el contenido streaming directamente en su computadora portátil o de escritorio. Pero largas horas ante la PC puede ser cansado y generar molestias físicas según dónde coloque el equipo y cómo se acomode para ver.
También puede conectarla a una pantalla, en cuyo caso hay que ver si la PC tiene puerto HDMI. Se compra el cable HDMI (es barato) y conecta la computadora a la pantalla en los puertos respectivos.
Si su PC es viejita y no tiene puerto HDMI, hay que adquirir un adaptador. Sin embargo, no es fácil de conseguir. Visité varias tiendas de electrónica y recorrí al menos dos centros comerciales sin éxito.
Otro incoveniente es que la calidad de video, especialmente la estabilidad de la imagen y que no se presenten interrupciones seguidas, depende de varios factores: el procesador, el sistema operativo y la señal wifi.
Comparado con ver un evento en vivo –por ejemplo, un partido de futbol– en la PC puede tener un delay o atraso mayor que en el celular o en televisión por cable o abierta (esto también depende del operador y el recorrido que tenga que realizar la señal vía sus redes).
Probablemente los vecinos celebrarán los goles de la Sele casi dos minutos antes.
Opción 2. Móvil
Otra alternativa es la tableta o el móvil. También puede optar por ver contenido directamente en el dispositivo o conectarlo a una pantalla con cable HDMI (también requerirá un adaptador).
Directamente el teléfono celular y la tableta no son cómodos, pues hay que estarlos sosteniendo. Claro que en una presa o viajando en el bus o tren –si la señal móvil es buena– resultará una salvada.
Aquí puede ver contenidos a través del navegador (con resultados distintos: unos servicios funcionan bien, otros no) o en apps, que suelen ser más eficientes.
Algunos canales locales o externos no corren en algunos navegadores, dependiendo de la versión o la marca (Explorer, Chrome o Mozilla). Hay que ir probando. Dependiendo de su interés, necesidad y gustos irá descubriendo lo que más le conviene.
De todas formas, si quiere ver YouTube, por caso, el mismo navegador le pedirá que descargue la aplicación y que use el servicio desde ahí.
Si conecta el dispositivo a la pantalla el problema es que el único puerto de móvil queda ocupado y la batería empieza a descargarse. Mientras Usted ve el partido o una película su batería baja y baja.
Aquí la lección es qué hay que tener bien cargado el celular y esté vigilante: puede que el final lo vea en modo "ahorro de batería" y aun así no llegue.
Opción 3. Dispositivo para streaming
Hay varias alternavitas: el Chromecast de Google, el Apple TV y en Amazon también puede ver otras opciones (como el Fire TV de la misma compañía).
Aquí el bolsillo manda.
El Chromecast se consigue por un poquito más de ¢30.000 (el de segunda generación) en quioscos de electrónica en los malls. La diferencia entre unos y otros es de ¢2.000 o ¢3.000. Se puede traer vía courier y ahorrarse unos miles de colones pues hay de $35 y de $69.
Con Apple TV son palabras mayores: más de ¢100.000.
Evidentemente probamos el Chromecast. Fácil de instalar, la configuración te lleva paso a paso y descubre todos los tesoros: YouTube, Netflix, HBO, Fox y Hulu, por ejemplo.
Solo una advertencia: aunque se conecta directamente al puerto HDMI, se requiere un adaptador para el enchufe eléctrico, en especial en viviendas y oficinas con tomacorrientes viejos.
Para el Chromecast, tu celular o tableta (con Android o iOS) se convierte en el control remoto. Al iniciar, el celular o la tableta detecta vía Bluetooth el dispositivo Chromecast, pide descargar la app y realizar la configuración.
La selección y transmisión del contenido se hace desde el smartphone o la tableta, por lo que la batería se irá descargando, lentamente. Pero esta vez el puerto de tu dispositivo estará libre y podrás conectar el cargador de energía cuando sea necesario.
Aquí se tendrán múltiples posibilidades de entretenimiento, como indicamos. Pero al ir al navegador o a la app del canal local (para ver los partidos o eventos en vivo) no se hace la conexión y entonces hay que verlo en televisión abierta, televisión por cable, la PC o el móvil directamente.
Lo demás es ir aprendiendo de las mejores opciones para disfrutar contenido.
¿Es adictivo?
Sí, definitivamente.
Sus hijos descubrirán que pueden ver las series favoritas sin necesidad de depender de la programación de la televisión abierta o por cable. Usted descubrirá desde programas, vídeos musicales y películas viejas hasta lo más nuevo para disfrutar cuando quiera.
En YouTube, por ejemplo, hay mucho contenido gratuito, incluso películas completas. Sin embargo, probé con una película y tenía 10 minutos menos; había otro video con la película completa, pero de menor resolución.
También hay capítulos de series, pero hay videos con tres o cuatro minutos nada más.
¿Conciertos? Yo me fui por varios de música pop y son realmente adictivos.
En YouTube también se puede ver videos de música y dejarlo para que en forma aleatoria te siga mostrando más videos, a partir de la primera selección. Si escogió música pop de los 80, seguirá reproduciendo más videos de esa época.
Otra opción es hacer una lista de videos para ver. Se pueden programar. Se busca por el nombre del cantante o la canción y se agrega a la lista.
Y, por supuesto, está Netflix. El popular "canal" de películas —que desbancó a Blockbuster y tiene aterrorizados a las compañías de televisión abierta o por cable— ofrece tres planes de suscripción mensual ($7,99 el básico; $8,99 el estándar; y $11,99 el premium).
También tiene la opción de ver películas y videos en la app de Google Play o HBO GO. Pero hay mucho más.
Pueda que se sienta como hormiguita en una tapa dulce, como decían los abuelos. Tendrá que decidir por dónde iniciar.