Un nuevo incremento en los precios de las gasolinas llegaría en agosto. La Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) propuso un aumento de ¢88 por litro para las gasolinas super y regular, y para el diésel de ¢131 por litro.
En caso de ser aprobado los precios quedarían de esta forma:
Producto | Precio vigente | Precio propuesto | Variación |
---|---|---|---|
Gasolina Súper | ₡1.016 | ₡1.104 | ¢88 |
Gasolina Regular | ₡993 | ₡1.081 | ¢88 |
Diésel | ₡873 | ₡1.004 | ¢131 |
La buena noticia llega para el Gas Licuado de Petróleo (GLP) que tendrá una rebaja de ₡492 en el cilindro de 25 libras.
“Los ajustes obedecen al precio internacional de los productos que se importaron entre el 10 de junio y el 7 de julio. Además, el tipo de cambio del colón con respecto al dólar es de ₡692,85 (promedio simple de los últimos 15 días naturales anteriores al 7 de julio)”, informó la Aresep mediante un comunicado de prensa.
El incremento en el precio del diésel también se explica porque en julio ya no corresponde aplicar el subsidio dictado en el Decreto Ejecutivo 43575-MINAE, porque se trataba de un beneficio temporal y de corto plazo.
La solicitud será sometida a audiencia pública y en caso de ser aprobada, los nuevos precios entrarán a regir la primera semana de agosto cuando se publique en el diario oficial La Gaceta.

Precios de las gasolinas en Estados Unidos bajan
En EE.UU. los costos de las gasolinas bajaron por temor a una recesión.
El precio de la gasolina común sigue en una racha de 35 días consecutivos a la baja desde que el 14 de junio, luego de alcanzar una cifra récord de $5,01 por galón (3,78 litros), lo que equivale a $1,32 por litro, según datos de la American Automobile Association (AAA).
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El precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI), la referencia del mercado estadounidense, cayó desde más de $120 el barril a principios de junio hasta $95 a mediados de julio, antes de un ligero repunte esta semana.
Este enfriamiento se debe a los temores de una fuerte desaceleración económica o incluso una recesión, que reduciría la demanda mundial de crudo y también la de productos refinados, incluida la gasolina.
En Estados Unidos, la merma de la demanda de gasolina ya es palpable. En la semana que terminó el 8 de julio, cayó a su nivel más bajo desde principios de año.