El 19,8% de los centros educativos privados y subvencionados del país logró posicionarse entre los 50 colegios con mejor promedio en el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica (UCR) en 2024, según la más reciente edición de El Especial de Colegios de El Financiero.
Estudiar en alguna de esas instituciones requiere de un monto de mensualidad entre los ¢65.000 -si elige una opción semipública- y hasta los ¢866.600 en los centros privados de mayor costo para el próximo año. La educación en esos lugares incluye dos o tres idiomas, tecnología, bachillerato internacional (en algunos casos) y cursos de matemáticas que rebasan la malla curricular oficial del sistema nacional.
Lincoln School, Blue Valley y Yorkín School cuentan con becas que disminuyen el costo de la mensualidad a las familias que lo solicitan. Los requisitos que se deben cumplir para obtener un descuento involucran a los padres de familia y al estudiante: desde documentación de la situación económica hasta el cumplimiento disciplinario y académico de los estudiantes.
Las becas ofrecidas varían en cada institución, con descuentos que van desde un 10% hasta un 75% de la colegiatura.
Cada colegio establece reglas propias para su sistema de beneficios. En Blue Valley, por ejemplo, las solicitudes se pueden realizar a partir de noveno grado.
Es necesario estar inscrito en el colegio respectivo para solicitar algún tipo de beca de acuerdo al perfil del estudiante.
Excelencia académica
“Solo existe la beca por excelencia académica a partir de noveno”, aclaró el Blue Valley. La institución no detalló el porcentaje mínimo y máximo que brinda sobre la colegiatura.
Los padres de familia de estudiantes de séptimo nivel en Blue Valley deben desembolsar al año un total de ¢8.666.000 por concepto de colegiatura.
En Lincoln School, por su parte, se exige un promedio general de 89 puntos —equivalente a la calificación de “B”— en los tres últimos períodos escolares, tanto en el rendimiento académico como en la conducta, para ser candidato a los beneficios.
Sara Estrada, directora de Mercadeo y Admisiones de Lincoln, enfatizó que los postulantes deben demostrar “dominio del idioma inglés escrito y hablado según lo determinado por la prueba de nivel, el ensayo de Lincoln School y la entrevista personal”.
Dicho colegio cuenta con la Beca Founders destinada a financiar un porcentaje de la colegiatura desde 9.° hasta 12.° grado.
Yorkín School, que mantiene la particularidad de admitir únicamente hombres en sus aulas, también condiciona el otorgamiento de becas al desempeño académico y a la disciplina de los alumnos.
Condición económica
Las calificaciones sobresalientes son requisito esencial, pero no único, ya que los apoyos se fundamentan principalmente en las circunstancias económicas de cada familia.
Al momento de solicitar una beca en cualquiera de las instituciones mencionadas en este artículo es necesario que los interesados documenten su situación económica y la adjunten en el formulario de solicitud que tiene la institución.
“Nuestro sistema de becas aplica para las familias que ya estando en el sistema educativo necesitan una beca por diferentes razones: cambios socioeconómicos por desempleo, enfermedad o muerte de padre o madre”, comentó Edgardo Piedra, director de Yorkín School.
Piedra añadió que el colegio realiza un estudio detallado de cada caso para definir el porcentaje de descuento, que puede ir del 10% al 50%.
En Yorkín, la mensualidad para séptimo grado será de ¢433.000 en 2026, lo que representa un gasto anual de ¢4.330.000 por estudiante. No obstante, quienes cumplen con las condiciones establecidas pueden acceder a una reducción significativa. Incluso, las familias con cuatro hijos o más matriculados obtienen de manera automática un descuento adicional del 10%.
En Lincoln School, la proporción del beneficio oscila entre un 25% y un 75%, dependiendo de la situación económica de la familia, el rendimiento académico del alumno y la disponibilidad de fondos.
Estrada aseguró que la beca de Lincoln School “está diseñada para ayudar a las familias de recursos económicos limitados y modestos”.
Los estudiantes que se encuentran actualmente en séptimo año en dicho colegio tienen que erogar ¢638.131 al mes por alumno. El costo de esa colegiatura es superior al monto que devengan mensualmente el 58,5% de los asalariados del país, según el Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) de la Caja Costarricense de Seguro Social, con corte a febrero de este año.
El 70% de los trabajadores formales reciben un salario inferior al costo de la mensualidad en Blue Valley. Siete de cada diez asalariados en Costa Rica perciben ¢800.000 o menos, lo cual es ¢66.000 por debajo del costo de la colegiatura mensual en ese colegio.
Los datos sugieren que la mayoría de los asalariados no pueden hacer frente al costo de que sus hijos estudien en alguno de esos colegios, al menos no con un solo ingreso. La suma de dos salarios cambia las posibilidades de las familias.
En todos los casos, las becas solo se habilitan una vez que el estudiante está inscrito y tras un proceso de documentación económica y académica.