El esfuerzo social de dos décadas por mejorar los años de escolaridad de la población costarricense llevó a la persona promedio más adinerada, de cuarto año de colegio hasta segundo año de educación superior o tercearia.
Mientras tanto, en el mismo periodo, la persona promedio de escasos recursos solamente fue empujada de poco más de cuarto grado de la escuela a sexto. Es decir, ni llegó a secundaria.
Así lo concluye una investigación realizada por EF con las bases de datos de las encuestas de hogares de los últimos 22 años, del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Si bien es cierto que en las últimas dos décadas el nivel general de escolaridad aumentó de 7 a 8,7 años para la población entre 25 y 65 años, tal afirmación esconde las diferencias entre las condiciones socioeconómicas de las personas.
Por eso, cabe cuestionarse: ¿Cómo ha variado en el tiempo la escolaridad de los costarricenses según el ingreso de sus hogares?
Al observar la evolución, se identifica una tendencia clara: la brecha entre el nivel educativo de quienes pertenecen al 20% más rico del país y el 20% más pobre creció un 34%.

Pasó de una fisura de poco más de 5 años de escolaridad en 1990, a una de 7 en el 2009 (los datos del 2010 al 2012 no son comparables con los de años previos).
Este incremento de la desigualdad rompe con el comportamiento de la mayor parte de países de América Latina, que han acortado las diferencias a los largo de la década del 2000.
Un informe del Banco Mundial del 2012 –que compara el 10% más adinerado con el 10% menos adinerado, a diferencia de este estudio de EF que compara el 20% de cada sector– posiciona a Costa Rica entre las naciones de la región que más subieron la brecha de escolaridad entre el 10% más rico y el 10% más pobre, por encima de países que se han caracterizado por su alta polarización social, como México, Chile y Venezuela, que, más bien, han cerrado esta brecha entre el 2000 y el 2010.
Gráfico: 2000 vs 2010: Diferencia de años de escolaridad promedio entre el 20% más adinerado y el 20% más pobre
¿Qué pasó?
En dos décadas, la desigualdad en la escolaridad entre personas de altos y bajos ingresos creció de forma lenta, pero decidida; y aumentó a un ritmo más acelerado en la década del 2000.
Aunque no son comparables con las del 2009, incluso en las encuestas de hogares del 2010 al 2012 la tendencia no parece tener cambios significativos.
Este incremento en la desigualdad no significa que el nivel de educación de las personas con menos recursos haya disminuido, pero sí muestra que vivieron un incremento mucho menor que el observado entre los costarricenses más adinerados.
Por eso, pese a que el promedio de años de escolaridad a nivel nacional ha crecido, también lo ha hecho la diferencia entre la educación de los grupos más ricos con los más pobres.
Concretamente, en 1990 una persona costarricense de entre 25 y 65 años –que superó la época usual para la formación académica– proveniente de los hogares menos adinerados registraba, en promedio, 4,5 años de escolaridad (poco más de cuarto grado), mientras que una de los hogares de mayores ingresos registraba 10 años (segundo año de la universidad). Entre ambos, había entonces una diferencia de cinco años de educación.
Casi diez años más tarde, en 1999, la diferencia entre esos dos grupos era de cinco años y medio, y, veinte años después, en el 2009, la diferencia creció hasta siete.
¿Por qué?
La tendencia a que se acreciente la brecha es mucho más fuerte en personas entre 56 y 65 años de edad. En ese grupo, el cambio porcentual promedio de la diferencia fue de 95% de 1990 al 2009.
Según el economista Ronulfo Jiménez, esto podría reflejar las secuelas de la crisis económica de los 80, cuando los altos niveles de inflación y desempleo, generados por diversos factores macroeconómicos, bajaron dramáticamente el poder adquisitivo de la clase media, lo que obligó a muchos jóvenes de la época a trabajar y dejar el sistema educativo.
El otro grupo de estudio que muestra la más alta disparidad educativa, es el de menor edad (entre 25 y 35 años), con una cambio de 37%. La brecha en esta generación despierta más preocupaciones entre los especialistas.
“Esa tendencia nos dice que no hemos corregido la desigualdad entre los jóvenes. Es decir, entre los que hace poco estuvieron en la época para cursar el sistema educativo”, consideró Jiménez.
Y agregó: “En general, esta desigualdad se vería afectada por factores de oferta y demanda en los servicios educativos. Por ejemplo, en la oferta, si hay colegios cada vez más cerca de los estudiantes; por el lado de la demanda, si las familias responden al incentivo de que los ingresos de sus hijos y los propios se incrementen si sacan el noveno año del colegio o sacan el bachillerato”.
El ministro de Educación, Leonardo Garnier, sostuvo que esta y otras desigualdades se vienen reduciendo en la última década en la población que está en edad de colegio (entre 13 y 17 años).
“Es muy difícil reducir la brecha en los mayores de 25 años, porque ya pasaron sus años de colegial y los primeros años en que suelen terminar bachillerato’’, dijo el ministro.
Garnier cita el más reciente Informe Estado de la Educación , el cual dice: “En materia de acceso, el sistema educativo es cada vez más inclusivo y atiende en forma mayoritaria a la población de bajos y medianos ingresos”.
También resaltó el incremento en los niveles de graduación en secundaria entre el 2009 y el 2011, que pasaron de 39,5% de los jóvenes de 17 a 21 años a 46,3%.
Sin embargo, para el economista Pablo Sauma, el “principal problema es que no hemos seguido mejorando. Antes estábamos a la cabeza de América Latina en temas de educación. Ahora, si usted ve el Índice de Desarrollo Humano, Costa Rica está en sexto o sétimo lugar, ya que los demás han estado mejorando”.
La brecha en contexto
En efecto, naciones con alta polarización social como Chile, Venezuela y México lograron revertir en la década del 2000 el retroceso vivido en los 90 en la brecha en la escolaridad según el ingreso.
Costa Rica, en cambio, la acrecentó en ambas décadas. Guatemala y Colombia muestran también un incremento en los 2000, según el análisis realizada por EF con la base de datos del Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales, de Argentina.
México es el país de la región que ha revertido de forma más drástica la brecha de la escolaridad según el ingreso.
Para Garnier, es “lógico” que otra naciones redujeran esa desigualdad y Costa Rica no: “Siempre hay una parte ‘fácil’ de corregir cuando se parte de una situación de muy baja cobertura en secundaria, y la mejora se vuelve más difícil cuando uno se acerca a las partes más duras de la pobreza o la desigualdad”.
Sin embargo, naciones como Chile o Venezuela, que en el 2000 ya tenían una brecha menor que Costa Rica, sostuvieron la reducción de la fisura en la escolaridad hasta el 2010. Queda la pregunta abierta: ¿qué pasará con esta brecha en los próximos 20 años?
Metodología
Población: Se analiza la escolaridad y el ingreso del hogar de la población entre 25 y 65 años. Tal rango se seleccionó porque los sujetos ya superaron la edad tradicional de formación académica .
Escala de escolridad: En este estudio la escolaridad se mide en años concluidos por persona. Por ejemplo, si alguien no cursó la escuela, tendría cero años de escolaridad. Si aprobó el primer año de escuela, contaría con un año de escolaridad. La escala llega hasta 19 años de escolaridad, que equivale a ocho años de estudios superiores (universitarios).
Bases de datos: Se utilizaron las encuestas de hogares del INEC de 1990 al 2012. Los estimados del 2010 al 2012 no son comparables con los de años previos por motivos metodológicos. Para comparaciones internacionales, se usan los datos Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales, de Argentina.