La confianza del consumidor en Costa Rica se mantuvo estable en agosto de 2025, según revela la más reciente encuesta trimestral realizada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), principal termómetro de las percepciones económicas de los hogares costarricenses, registró 52,3 puntos en una escala de 0 a 100—una magnitud idéntica a la obtenida tres meses atrás y que confirma la continuidad de una percepción neutral hacia la economía nacional.
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Confianza en niveles históricamente altos
El resultado de agosto coloca al ICC muy por encima del promedio histórico, que ronda los 41 puntos desde el inicio de la medición en 2002.
Este nivel refleja que la ciudadanía, en su mayoría, ni se muestra optimista ni pesimista sobre la situación económica, sino que predomina una actitud expectante y prudente.
Precisamente el grupo de consumidores catalogados como “ambivalentes” sigue siendo el más numeroso, representando poco más de la mitad del total (50,4%), seguido de los optimistas (33,0%) y los pesimistas (16,5%), sin variaciones significativas respecto al trimestre anterior.
Brecha entre presente y expectativas sigue estable
El análisis de los componentes del ICC también muestra estabilidad.
El Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) registró 50,2 puntos en agosto, mientras que el Índice de Expectativas Económicas (IEE) alcanzó 53,7 puntos.
Se mantiene, así, la brecha de 3,5 puntos en favor de las expectativas futuras sobre las condiciones actuales, tendencia observada a lo largo del año.
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Las diferencias socioeconómicas
Si bien el indicador general permanece estable, sí se registran variaciones según grupos socioeconómicos y niveles de ingreso.
En los hogares donde el ingreso no alcanza, la confianza creció notablemente (+9,6 puntos), una recuperación frente a caídas previas, aunque su nivel sigue bajo—en 36,5 puntos.
En contraste, entre quienes logran ahorrar, la confianza subió modestamente (+4,1 puntos, hasta 68), mientras que en los hogares donde el ingreso apenas alcanza, la confianza disminuyó en –3,3 puntos, ubicándose en 53.
Por sexo, edad y nivel educativo, las diferencias se mantienen: la confianza es mayor entre los hombres, los jóvenes y quienes tienen educación universitaria, en comparación con las mujeres, personas mayores y quienes poseen como máximo educación primaria.
Incertidumbre ante desempleo y pobreza
La encuesta también revela que las expectativas de los consumidores sobre el futuro del empleo y la pobreza tienden a ser pesimistas.
El porcentaje de quienes esperan un aumento en la pobreza subió a 44,4%, y los que prevén un alza en el desempleo alcanzaron el 40,8% para los próximos 12 meses.
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Perspectiva sobre la política económica
En materia de evaluación del gobierno, la calificación de la política económica continúa con saldo negativo.
Un 29,7% considera que el gobierno está haciendo un “buen trabajo”, mientras el 37,1% lo califica de “pobre” y un 28,7% cree que hace “lo necesario”, sin cambios importantes frente a mayo anterior.
La estabilidad del ICC, según enfatizan los datos y el monitoreo de la UCR, refuerza la lectura de una sociedad cautelosa, con expectativas económicas templadas y una confianza contenida que, por ahora, parece inmune a sobresaltos políticos o económicos recientes.
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Este artículo fue publicado por un editor de El Financiero asistido por un sistema de inteligencia artificial.