La recaudación de impuestos tiene un mayor peso en algunas economías que en otras. Tradicionalmente, la carga tributaria —los ingresos fiscales como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB)— suele ser más alta en países más ricos y caer en otros más pobres o de renta media.
Esta es una tendencia general; sin embargo, hay algunos casos que se diferencian por razones culturales o políticas.
Por ejemplo, Irlanda tiene el segundo mayor PIB per cápita de entre todos los países de la OCDE, pero la tercera carga tributaria más baja; mientras que Grecia tiene uno de los PIB per cápita más bajos, pero una recaudación tributaria superior que potencias de su continente como Alemania, España o Reino Unido.
¿Cuál es la situación puntual de Costa Rica?, ¿recauda muchos o pocos impuestos? y ¿en cuáles áreas enfoca su sistema tributario? EF le responde a esas y otras preguntas con base en los datos del último informe Revenue Statistics 2024 (Estadísticas de Recaudación) publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) este 21 de noviembre.
Por debajo del promedio
La carga tributaria de Costa Rica, contemplando contribuciones a la seguridad social, fue de un 24,9% del PIB hasta 2023. Este dato es el sexto más bajo de entre los países de la OCDE; cuyo promedio general es de 33,9% de la producción.
Costa Rica ha tenido históricamente una carga tributaria más baja que el promedio del organismo internacional; sin embargo, se ha reducido en los últimos años. La brecha llegó a ser de 10,9 puntos porcentuales en 2020, pero mermó a 9 en la última medición: la cifra más baja desde que se tiene registro.
Esa reducción coincidió con el inicio de la aplicación de la reforma fiscal aprobada en 2018, la cual instauró nuevos impuestos como el de renta sobre las ganancias de capital y transformó el viejo impuesto general de ventas en el actual impuesto al valor agregado (IVA), que tiene una cobertura mucho más amplia.
Abajo en OCDE, arriba en América Latina
A pesar de que la carga tributaria es mucho más baja en Costa Rica que en la mayoría de los países de la OCDE, el país supera en este indicador a los otros tres países latinoamericanos que son parte de esta entidad internacional: Colombia (22,2% del PIB), Chile (20,6%) y México (17,7%).
Esto es así a pesar de que países como Colombia y México tienen ambos un PIB per cápita ligeramente superior al de Costa Rica, según los registros oficiales del Banco Mundial.
La carga tributaria cae por debajo del 30% en solo 10 países de la OCDE. Este grupo incluye a los países
latinoamericanos, pero también a potencias económicas como Suiza y Estados Unidos.
En contraposición, Francia y Dinamarca tienen la cargas tributarias más altas del organismo (43,8% y 43,4% del PIB): casi el doble de la costarricense.
Más en planillas, menos sobre propiedades
Además de las diferencias que existen en relación con la carga tributaria general de cada país, también hay diferencias importantes en relación con el tipo de impuestos que imponen a sus poblaciones.
Costa Rica, por ejemplo, tiene la carga tributaria más baja de la OCDE en relación con las rentas y utilidades de personas y empresas; y la séptima más baja en materia de impuestos sobre la propiedad (asuntos como bienes inmuebles, vehículos y patrimonios).
El país, sin embargo, también tiene el cuarto mayor nivel de recaudación en materia de planillas: un rubro que solo tiene cargas más significativas como porcentaje de la producción en Suecia, Austria y Francia.
Entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han recomendado a Costa Rica incrementar algunos de los tributos en los campos más rezagados. Por ejemplo, cuando se firmó el acuerdo de entendimiento para un servicio ampliado de financiamiento en 2019, la entidad planteó ideas como aumentar la tarifa del IVA de un 13% a un 15%, “más cercano a las normas regionales y al promedio de la OCDE“; así como “incrementar los impuestos sobre la propiedad , cuya recaudación se sitúa en aproximadamente la mitad del promedio de América Latina”.
También planteó subir las tarifas sobre bienes y servicios puntuales, así como sobre las ganancias de las cooperativas, que siguen exentas en el país.
Desde el punto de vista del FMI, la reforma fiscal de 2018 se basó mayormente en medidas de contención del gasto público; pero la relación entre impuestos y PIB seguía siendo “relativamente baja” para las condiciones costarricenses.
Detrás de los números
Que haya una recaudación de impuestos más alta o más baja en cada sociedad depende de múltiples factores.
Por ejemplo, los países más pobres suelen tener una mayor informalidad en su economía, tanto a nivel laboral como empresarial. Asimismo, su administración tributaria suele ser menos eficiente y contar con menos recursos, lo cual reduce su capacidad de controlar adecuadamente el cumplimiento de los contribuyentes.
Por otra parte, la presión política y social en contra de nuevos impuestos también suele ser más alta en economías menos desarrolladas, en donde las personas tienen ingresos menores y una menor anuencia a tributar más significativamente, incluso si eso supone la posibilidad de recibir mejores prestaciones por parte del Estado.
En los países más adinerados, en cambio, los sistemas tributarios suelen disponer de múltiples herramientas de control, suelen existir tarifas más elevadas y una cultura de cumplimiento más fuerte entre la población.