El estado del mercado laboral es uno de los principales termómetros para medir la salud de la economía costarricense. Sus indicadores son clave para la toma de decisiones tanto del sector público como del privado. La Encuesta Continua de Empleo (ECE) es la herramienta oficial para dar seguimiento a este tema.
Históricamente, el mercado laboral del país ha enfrentado dos grandes desafíos estructurales: las persistentes brechas de género en la participación y el desempleo, y el alto peso que tiene la economía informal sobre la población ocupada.
Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reveló los resultados más recientes de la ECE, correspondientes al trimestre de marzo, abril y mayo de 2025, ofreciendo una nueva radiografía de la evolución de estos complejos indicadores.
Los datos muestran una mejora en el indicador principal. La tasa de desempleo en Costa Rica se ubicó en 6,9%, lo que representa una reducción estadísticamente significativa de 1,7 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Esta caída se explica por una disminución de 37,000 personas en la población desempleada a nivel interanual. La población ocupada en el país se estimó en 2,20 millones de personas, mientras que los desempleados se reportaron en 162,000. Por su parte, la población en la fuerza de trabajo nacional fue de 2,36 millones de personas, un indicador que no presentó variación significativa.
Al analizar los datos por sexo, se observan comportamientos distintos. La tasa de desempleo para las mujeres se situó en 7,7%, mientras que para los hombres fue del 6,3%. La reducción interanual del desempleo fue estadísticamente significativa únicamente para los hombres, con una caída de 1,7 puntos porcentuales y 25,000 hombres menos en esta condición.
En contraste, el aumento en la población ocupada fue estadísticamente significativo solo para las mujeres, con 47,000 más mujeres con empleo en comparación con el mismo trimestre del 2024. La tasa de ocupación nacional se mantuvo estable en 51,8% (62,5% para hombres y 41,0% para mujeres).
Finalmente, el informe del INEC evidencia el persistente reto de la informalidad. Para el periodo analizado, se estimó que la población con un empleo informal fue de 807,000 personas. De este total, 509,000 correspondieron a hombres y 298,000 a mujeres. El desglose indica que 443,000 de estos trabajadores informales desempeñaron labores de manera independiente, mientras que 364,000 trabajaron como asalariados o auxiliares familiares.