Un nuevo ataque contra el aeropuerto de Kabul es “muy probable” el domingo o el lunes, advirtió el presidente estadounidense, Joe Biden, a dos días de retirar por completo sus tropas de Afganistán y dejarlo en manos de los talibanes.
"La situación en el lugar sigue siendo extremadamente peligrosa y la amenaza de un ataque terrorista en el aeropuerto sigue siendo alta", escribió Biden en un comunicado el sábado por la noche. "Nuestros comandantes me informaron que era muy probable que se produjera un ataque en las próximas 24 a 36 horas".
Pocas horas después, la embajada estadounidense en Kabul urgía a sus ciudadanos a alejarse del aeródromo "debido a una amenaza específica y creíble".
Todo ello dos días después del atentado suicida en el aeropuerto que, según dos responsables sanitarios del antiguo gobierno afgano, dejaron al menos 90 civiles muertos, una cifra que medios locales elevan a 170 personas.
Además, 13 soldados estadounidenses perdieron la vida en el peor golpe contra su ejército en Afganistán desde 2011.
En respuesta, Washington atacó con dron objetivos en el norte de Afganistán del Estado Islámico del Khorasan (EI-K), la rama de este grupo yihadista en la región que reivindicó el atentado suicida.
"Dos objetivos importantes", "organizadores y operadores" del EI-K, fallecieron y otro resultó herido, anunció el sábado el Pentágono.
"Este ataque no será el último", advirtió Biden. "Continuaremos persiguiendo a todo individuo implicado en este atentado detestable y se lo haremos pagar", añadió.
Solo buses autorizados
A dos días del 31 de agosto, fecha límite para la retirada de Estados Unidos tras 20 años de guerra, las evacuaciones de aquellos afganos temerosos del nuevo régimen talibán empiezan a llegar a su fin en el aeropuerto Hamid Karzai.
Fuertemente armados, combatientes islamistas circulaban en los terrenos y edificios anexos al aeropuerto bajo la atenta mirada de marines estadounidenses ubicados en el techo de la terminal, según periodistas de la AFP.
Los talibanes cortaron las carreteras hacia el aeropuerto y solamente permiten el paso a buses autorizados. Periodistas de AFP vieron una decena de autobuses descargar sus pasajeros en la puerta principal del aeropuerto.
A raíz del atentado, talibanes y estadounidenses estrecharon su colaboración. "Tenemos listas de los estadounidenses (...), si su nombre está en la lista, puede atravesar", dijo a la AFP un responsable talibán.
En el aeródromo, último enclave controlado por las fuerzas extranjeras en Afganistán, ya no hay rastro de las caóticas imágenes de miles de personas desesperadas tratando de salir del país.
En total, unas 112.000 personas fueron evacuadas desde el 14 de agosto, en la víspera del retorno al poder de los talibanes, según las últimas cifras del gobierno estadounidense.
Responsables turcos negocian con los talibanes para cooperar en la gestión del aeropuerto. El presidente Recep Tayyip Erdogan declaró que el régimen afgano supervisará la seguridad y propuso a Ankara encargarse de la logística.
“Zona segura”
Criticado en su país y en el extranjero por su gestión de la retirada de Afganistán, Biden se comprometió a respetar el fin del puente aéreo. La OTAN y la Unión Europea habían pedido alargarlo unos días más para poder sacar a todos los afganos eligibles para recibir protección occidental.
Francia y el Reino Unido abogarán el lunes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por crear una "zona segura" en Kabul para continuar con las operaciones humanitarias más allá del 31 de agosto, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron.
"Esto daría un marco a las Naciones Unidas para actuar de urgencia y permitiría sobre todo a cada uno asumir sus responsabilidades y a la comunidad internacional mantener la presión sobre los talibanes", apuntó Macron a Le Journal du Dimanche.
El sábado, el jefe de Estado galo aseguró que se iniciaron discusiones con los talibanes para "proteger" y trasladar a Francia "a afganas y afganos" en situación de riesgo y que contaba con la ayuda de Catar.
Muchos países, entre ellos Francia, Italia, España, Alemania, Canadá y Australia, ya han dado por concluidas sus respectivas operaciones de evacuación, reconociendo en varios casos que dejaban atrás civiles afganos en peligro.
La operación, que permitió evacuar a 15.000 personas, "salió tan bien como se pudo", pero fue "desgarrador" no haber "podido sacar a todos", reconoció el jefe de las fuerzas armadas británicas, el general Nick Carter.
Con su retorno al poder, los talibanes tratan de ofrecer una imagen más abierta y moderada. Pero muchos afganos temen una repetición del régimen fundamentalista y brutal que impusieron entre 1996 y 2001, cuando fueron derrocados por una coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El puente aéreo para sacar de Afganistán a extranjeros y civiles en riesgo bajo el nuevo régimen talibán entró este domingo en su fase final, a solo tres días de culminarse la retirada estadounidense de ese país.
La gran mayoría de países pusieron fin a sus operaciones en el aeropuerto internacional Hamid Karzai y varios reconocieron no haber podido poner a salvo a todas las personas previstas.
Desde el 14 de agosto, víspera de la caída de Kabul a manos de los talibanes, unos 112.000 extranjeros y afganos fueron evacuados.
Los británicos dejan Afganistán
“El último vuelo transportando al personal de las Fuerzas Armadas británicas ha dejado Kabul”, tuiteó el sábado el ministro británico de Defensa, dando por concluida una operación que permitió evacuar a 15.000 personas.
Horas antes habían anunciado el despegue del último vuelo de evacuación de civiles. Según el ministro Ben Wallace, entre 800 y 1.100 afganos elegibles para ser reubicados en Reino Unido se quedaron en tierra.
La operación “salió tan bien como se pudo”, pero fue “desgarrador” no haber “podido sacar a todos”, reconoció el jefe de las fuerzas armadas británicas, el general Nick Carter.
También Francia, y muchos otros
El viernes por la noche fue Francia quien anunció el fin de su puente aéreo tras haber puesto a salvo a casi 3.000 personas desde el 17 de agosto.
El gobierno explicó que no se podía continuar con las evacuaciones “al no darse las condiciones de seguridad en el aeropuerto” de Kabul por “la rápida retirada de las fuerzas estadounidenses”.
En días anteriores, numerosos países occidentales habían dado por concluidas sus operaciones de repatriación y evacuación (Alemania, Canadá, Australia, España, Italia, Holanda...).
Alemania sacó a 5.300 personas, Italia a 4.900, Australia a 4.100, Canadá superó las 3.700, España más de 2.200... Pero el mayor contingente de evacuados es de Estados Unidos, que mantendrá su operativo “hasta el último momento”.
¿Y ahora?
Francia propuso la puesta en marcha de operaciones humanitarias con otros países aliados para rescatar a aquellos que se quedaron rezagados en este puente aéreo.
El presidente Emmanuel Macron aseguró este sábado que hay “discusiones” con los talibanes para “proteger y repatriar afganas y afganos” en situación de riesgo.
Italia se dijo “dispuesta, junto a Naciones Unidas y los países limítrofes con Afganistán, a trabajar para garantizar la posibilidad de salir a estas personas que han colaborado con nosotros estos 20 años”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que moverá “cielo y tierra” para continuar las evacuaciones después del 31 de agosto.
Miles todavía en el aeropuerto
De acuerdo con las últimas informaciones estadounidenses al respecto, el sábado por la mañana, alrededor de 5.400 personas todavía estaban en el aeropuerto esperando poder tomar un avión.
Por contra, un periodista de la AFP constató que ya no queda rastro de las multitudes amontonadas en los alrededores del aeródromo con la esperanza de poder llegar a la terminal.
El jueves por la noche, un ataque suicida reivindicado por la rama regional del grupo Estado Islámico mató a decenas de civiles y 13 soldados estadounidenses. Dos fuentes sanitarias del antiguo gobierno cifran en al menos 90 las víctimas civiles, pero medios locales elevan el balance a 170.