Aunque Costa Rica importa la mayor parte del petróleo desde Estados Unidos, las posibilidades de sentir el incremento en el precio en el combustible aumentaron con el ataque de ese país a las tres plantas nucleares de Irán de este sábado 22 de junio. En particular, la industria teme que el país asiático interrumpa el transporte marítimo en el Estrecho de Ormuz.
El diario The Wall Street Journal informó este domingo que los propietarios de petroleros y el mercado de hidrocarburos están a la espera de ver si Irán cumple con sus amenazas de interrumpir el transporte marítimo en el estrecho de Ormuz.

¿Por qué importa Ormuz?
El estrecho, compartido entre Irán al norte y Omán al sur, gestiona alrededor de una cuarta parte del comercio petrolero mundial (prácticamente toda la producción petrolera de Oriente Próximo) y de gas natural licuado.
Por ahí pasan docenas de petroleros gigantes que transportan hasta dos millones de barriles en un solo envío y que lo cruzan cada día tras cargar en terminales petroleras de Irán, Arabia Saudita y Kuwait.
La vía fluvial en la desembocadura del Golfo Pérsico lo conecta con el océano Índico, tiene 160 kilómetros de largo y 34 kilómetros de ancho y sería en un blanco fácil para los misiles, helicópteros y lanchas patrulleras de la Guardia Revolucionaria iraníes.
Cualquier interrupción en el estrecho disparará los precios del petróleo, señalaron el Journal y El País.
El director ejecutivo de la operadora de petroleros sueca Stena Bulk, Erik Hanell, dijo al Journal que hasta el momento solo sufren “muchas interferencias con nuestros sistemas de navegación debido a los bombardeos”.
Asimismo, la Guardia Revolucionaria de Irán está preguntando por radio a las tripulaciones de los petroleros sobre la cantidad de petróleo que transportan, su origen y destino, y que identifiquen a los propietarios.
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En agenda
La posibilidad del cierre del estrecho de Ormuz aumentó tras la aprobación de la medida por parte del Parlamento de Irán este domingo, informó el diario español El País. La decisión final está en manos del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán.
El cierre implicaría la imposibilidad de exportar petróleo para la mayoría de potencias fósiles de esa región (Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahréin y Kuwait). Arabia Saudí vería reducidas a la mitad sus posibilidades: de los 10 millones de barriles diarios que extrae cada día, solo podría poner en el mercado 5 millones, la capacidad máxima del oleoducto este-oeste construido a principios de los ochenta, durante la eterna guerra de Irán e Irak en los años 80’s.
El bloqueo del estrecho de Ormuz podría llevar el petróleo más allá de los $100 y hasta los $200, estimó El País. Pero si el cierre es prolongado se pondría en riesgo el suministro mundial de petróleo y gas natural, con efectos en la inflación, el precio de la luz, la economía y los tipos de interés.
Vaivén reciente
En la última semana, el crudo se movió al vaivén de las amenazas del presidente Donald Trump, bajando y subiendo según el mercado interpretaba las posibilidades de que EE. UU. entrase directamente en el conflicto.
Los futuros del crudo Brent, referencia mundial, aumentaron hasta un 18% desde el 10 de junio y alcanzaron un máximo de casi cinco meses de $79,04 dólares el jueves pasado. Habrá que ver qué ocurra cuando abran los mercados este lunes 23 de junio.
Escenarios
Lo que ocurre con los precios dependerá de si el conflicto aumenta y de los objetivos de las represalias de Teherán.
Analistas de JP Morgan e ING señalaron en las últimas semanas que, en este caso extremo, el petróleo podría escalar hasta una horquilla de entre $120 y $130 el barril de Brent. Las previsiones pueden quedar en nada o ser superadas por lo que ocurra.

En el caso del gas natural, que ya se había disparado antes del ataque estadounidense y exportado por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kuwait o Qatar, el impacto lo sentiría la economía europea.
Tras la invasión de Ucrania en 2022, Europa necesita importar gas durante todo el año para disponer de reservas al completo de cara al siguiente invierno. Actualmente, según Bloomberg, en Alemania están al 46% de su capacidad, el nivel más bajo a estas alturas de año desde antes de la invasión.
La subida de los precios del gas repercute, a su vez, en los precios de la electricidad en el Viejo Continente.
España y Portugal son especialmente sensibles tras el reciente apagón eléctrico. El bloqueo del estrecho significaría un shock económico, advirtió El País, con incremento de la inflación.
Todo esto repercutiría en uno de los principales mercados para productos exportados desde Costa Rica y para el sector turístico local.
Algunos expertos, como la firma Harris Financial Group, señalan que el mercado podría estabilizarse en unos días, si las partes buscan negociar un acuerdo y si calibran el impacto geopolítico y económico de un eventual ataque al mercado petrolero en Occidente y en China, el primer importador de petróleo del mundo.