
Nunca un candidato presidencial estadounidense ha fallecido o se ha visto forzado a retirarse de la carrera tan cerca de una elección. Pero la hospitalización de Donald Trump por coronavirus un mes antes de las elecciones ha hecho surgir la pregunta de qué pasaría si algo así llegara a ocurrir.
Trump, hospitalizado con COVID-19, tiene 74 años. En tanto, su oponente demócrata, Joe Biden, tiene 77 años y es el candidato demócrata de mayor edad en disputar las elecciones presidenciales. La campaña de Biden afirmó que el exvicepresidente de las dos administraciones de Barack Obama tuvo resultados negativos en la prueba de coronavirus.
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La salud de Trump ha provocado incertidumbre por dos versiones contradictorias que circularon el 3 de octubre en agencias de noticias y medios internacionales: por un lado, el parte oficial afirmó que está “muy bien” y no requiere asistencia de oxígeno, mientras una fuente del entorno del mandatario advirtió que sus síntomas son “muy preocupantes” y su recuperación no está garantizada.
El diario español El País afirmó que el autor de esas declaraciones sería el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, así identificado por una agencia de noticias.
La agencia AFP hizo el siguiente análisis de escenarios potenciales ante un eventual abandono de la carrera electoral por el presidente Trump:

¿Retrasar la elección presidencial?
Poco probable. El Congreso fija la fecha de la elección y esta ya fue establecida, como manda la ley estadounidense, para el martes siguiente al primer lunes de noviembre.
Tanto el Senado, controlado por los republicanos, como la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes tendrían que estar de acuerdo en posponerla.
"No veo que vaya a ocurrir", dijo Capri Cafaro, antigua legisladora demócrata del senado de Ohio que da clases en la American University. "Es poco probable que una mayoría demócrata quiera posponer la elección".
Incluso durante la Guerra Civil entre el Norte y el Sur, la elección de 1864 tuvo lugar como estaba previsto y Abraham Lincoln resultó reelecto.
¿Puede ser reemplazado un candidato?
Tanto el Partido Republicano de Trump como el Partido Demócrata de Biden tienen reglas sobre cómo llenar un eventual vacío en la nominación presidencial.
En el caso de los republicanos, los 168 miembros del Comité Nacional Republicano podrían votar para seleccionar a un reemplazo. También podrían acordar realizar de nuevo su convención de más de 2.500 delegados para seleccionar un nuevo candidato, pero el tiempo probablemente no lo haría viable.
Una mayoría simple sería lo único necesario para elegir a un nuevo candidato en esos escenarios.
En el caso de los demócratas, un nuevo candidato presidencial sería seleccionado por los casi 450 miembros del Comité Nacional Demócrata.
¿Puede un candidato sustituto llegar a aparecer en las papeletas?
Probablemente no. “El problema a este punto es que estamos tan avanzados en la elección de 2020 que las papeletas ya están impresas e incluso gente ya ha votado”, dijo Cafaro.
“Realmente no hay tiempo suficiente para reimprimir papeletas que digan Mike Pence o Kamala Harris”, agregó, refiriéndose a las candidaturas republicana y demócrata a la vicepresidencia.
Más de 3,1 millones de estadounidenses ya han votado, según un conteo de la Universidad de Florida.
Además, las fechas límites para obtener las papeletas varían de estado a estado y en muchos casos ya han pasado.

¿Qué pasa con el Colegio Electoral?
Aunque en Estados Unidos se realiza una votación popular, el presidente es elegido por una mayoría absoluta de los 538 miembros del Colegio Electoral.
En todos los estados menos dos (Nebraska y Maine), el candidato que gana la mayoría del voto popular allí se lleva todos los electores del estado.
Nada en la Constitución obliga a esos electores a votar de una forma u otra, pero la Corte Suprema determinó en julio que los estados podrían multar a electores que le representen en el Colegio Electoral y que no respeten el voto popular.
Los miembros del Colegio Electoral se reunirán en sus respectivos estados el 14 de diciembre y votarán por el presidente y vicepresidente.
En el caso de que un candidato muera o se retire antes de que el Colegio Electoral realice su votación, las cosas podrían complicarse.
Las leyes de cada estado se activarían, pero en teoría cada partido podría dirigir a sus electores a votar por un candidato reemplazante.
El 6 de enero de 2021, el Congreso debe certificar los resultados y el ganador debe ser investido como presidente el 20 de enero.
¿Está Trump en riesgo?
La información oficial señala que Trump está “muy bien”, no ha tenido fiebre en las últimas 24 horas y sus síntomas mejoran, informó el médico de la Casa Blanca, Sean Conley, en una rueda de prensa frente al hospital militar Walter Reed, cerca de Washington, donde el presidente fue ingresado el viernes 2 de octubre.
El nivel de saturación de oxígeno del mandatario es del 96%, por lo que no se le suministra adicionalmente, y la tos, la congestión nasal y la fatiga están mejorando, agregó Conley.
Sin embargo, pocos minutos más tarde una fuente informada sobre la salud del presidente presentó un panorama diferente.
“Los signos vitales del presidente en las últimas 24 horas han sido muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en lo que respecta a sus cuidados. Aún no estamos en un camino claro hacia su completa recuperación”, dijo la fuente, que declaró bajo condición de anonimato. Pocos minutos después, el diario español El País identificó a esta fuente como el jefe de gabinete, Mark Meadows.
¿Qué pasará con los debates?
La campaña electoral, ya duramente afectada por la pandemia, recibió un nuevo golpe con el contagio del presidente y de un número creciente de republicanos.
Hay incertidumbre sobre los próximos debates televisados, incluso el que opondrá el miércoles 7 de octubre al compañero de fórmula del mandatario, el vicepresidente Mike Pence, con la senadora Kamala Harris, que completa el binomio demócrata.
El segundo cara a cara entre Trump y Biden, previsto para el 15 de octubre en Miami, dependerá de la evolución del mandatario.
Algunos observadores ya se interrogan sobre las consecuencias institucionales de un eventual impedimento para que Trump siga adelante: el vicepresidente Pence –quien dio negativo al test– tomaría las riendas del país y de la campaña republicana.
La Casa Blanca está vinculada a varios contagios. La lista de allegados a Trump infectados va en aumento: su esposa Melania, su asesora Hope Hicks, su jefe de campaña Bill Stepien, tres senadores republicanos y su exasesora Kellyanne Conway, además de tres periodistas acreditados.
También este sábado 3 de octubre se supo que el senador Ron Johnson y Chris Christie, quien ayudó a Trump a prepararse para el debate del martes 29 de setiembre contra Biden, resultaron positivos al virus.
Hechos recientes
Tras el anuncio de su test positivo Trump tuiteó dos veces: un video de 18 segundos grabado en la mansión presidencial en el que anunció que iba a ser internado, y un mensaje hacia la medianoche en el que escribió: “Pienso que todo va bien. Gracias a todos. AMOR!!!!”.
Según su portavoz, Kayleigh McEnany, la hospitalización debe durar unos días y es por “precaución”. También indicó que el presidente estaba recibiendo el antiviral Remdesivir.
El doctor Conley agregó que el mandatario había recibido también una dosis del cóctel de anticuerpos Regeneron, un tratamiento intravenoso que se encuentra en etapa de ensayos clínicos y no obtiene aún luz verde de los reguladores.
La hidroxicloroquina, que Trump dijo haber tomado un tiempo de forma preventiva, no forma parte de su tratamiento ahora.
El presidente no bebe ni fuma, pero con 74 años y más de 100 kilos, es considerado población de riesgo ante el coronavirus.
Biden sigue en campaña
La campaña de Trump se detuvo. Su equipo anunció que todos los eventos previstos serán virtuales o se postergarán temporalmente.
Y mientras Trump convalece, Biden sigue con su campaña. Luego de desear una “pronta recuperación” al mandatario y la primera dama, Biden asomó un golpe.
“No se trata de hacerse el duro. Se trata de hacer su parte. Usar mascarilla no solo lo protege a uno sino a quienes nos rodean”, dijo el viernes 2 de octubre el aspirante demócrata de 77 años en un evento en Grand Rapids, en Michigan, un estado clave para llegar a la Casa Blanca.
Trump se sumó a la lista de líderes mundiales que tuvieron COVID-19, que incluye al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; al primer ministro británico, Boris Johnson; y a la mandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez, entre otros.